Miguel Bosé, pacifista y reivindicativo, irrumpió anoche en el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla ante 4.000 asistentes, donde demostró su amor por la ciudad durante su gira española "Estaré", con la que ha presentado su disco, "MTV Unplugged".
Bosé ha llegado a la ciudad con "MTV Unplugged", una de las mayores aventuras que ha llevado a cabo el cantante, de 61 años, donde se muestra un artista más latino, íntimo, pasional y más bandido si cabe.
El trabajo, con el que Bosé está recorriendo Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica y España, está compuesto de 14 éxitos de siempre y dos temas inéditos, "Dime que diré", compuesto por Juan Luis Guerra, y "Estaré", que compuso el propio cantante pensando en sus hijos.
El artista empezó proponiendo al público asistente un viaje por el tiempo y por la música para celebrar sus cuarenta años en la profesión.
Con los ojos bien delineados en negro, a juego con su vestimenta "a la italiana", Bosé llegó al escenario con sus característicos movimientos y rodeado de una decena de músicos que bailaban a ritmo de "Sereno", tema con el que comenzó la noche.
El publico se mostró entregado desde el primer momento, con las manos arriba y muchas ganas, a un Miguel Bosé que ofreció a los asistentes más de una veintena de canciones de ayer y de hoy sin dejarse ninguna en el tintero.
Encontró el momento durante el concierto para hacer referencia a "tontos teñidos de rubio que quieren levantar muros" e invitó al público a escapar de la guerra y del odio "levantando puentes de palabras".
"De las guerras no hemos ni vamos a aprender nada, no aportan nada, solo ocupan energía que habría que destinar a otras cosas", manifestó el cantante.
Durante toda la noche se escucharon gritos y jadeos de los admiradores del ídolo de masas, con canciones como "Linda", "Aire soy" o "Mirarte", como si no hubiesen pasado los años ni a un lado ni al otro del escenario.
Como no podía ser de otra forma, llegó el momento del tema "Sevilla" que comenzó a cantar Bosé allá por los ochenta y que sigue interpretando por todos los escenarios a los que se sube.
Miguel Bosé, que desde hace unos años es Hijo Adoptivo de Sevilla y posee el galardón Giraldillo de Oro, responsabilizó al público sevillano de "todo lo bueno" que musicalmente le ha pasado hasta ahora.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Bosé dedicó la canción "Amiga" al recuerdo de su sobrina Bimba Bosé -"a ella que ya no está"-, fallecida el pasado mes de enero.
Con la conocida "Morena mía", otro de los clásicos, el cantante terminó de arrastrar al baile a todos sus seguidores que se encontraban congregados en el auditorio sevillano.
El público, que no decayó en ningún momento, aprovechó cualquier ocasión para gritar a su ídolo "guapo", "torero", "qué bonito" y "olé", entre otros halagos.
"Amante bandido" fue uno de los temas más tarareados y con los que más cómodo se sintió el artista, que no dejó en ningún momento de sonreír y bailar enérgicamente.
Los 4.000 asistentes al auditorio pudieron disfrutar de un concierto con una puesta en escena casi teatral, con un cuidado juego de luces, fruto del trabajo minucioso que define al cantante y a su equipo.
Bosé terminó agradeciendo el apoyo recibido durante tantos años, esperando que sean muchos más y proclamando su amor por Sevilla, "pase lo que pasé, que sepas que siempre te amaré", aseguró.
"Por encima de todo lo que se sepa o se diga, soy un hombre de paz. Trabajo todos los días por y para la paz", dijo Bosé.
Tras más de dos horas de concierto, los incondicionales del intérprete seguían igual de entusiasmados y entregados a él, por lo que terminaron pidiéndole una y otra vez que no se marchara.
Como colofón final, el cantante regaló a los asistentes su tema "Te amaré", que interpretó con dulzura y con una sonrisa pícara, demostrando así a sus seguidores que sigue siendo el mismo "Bandido" de siempre.