La asociación conservacionista
Adepa ha reclamado al Ayuntamiento de Sevilla que, si bien respalda el
Plan de Enajenaciones e Inversiones planteado, implante
proyectos tasados en aquellos edificios protegidos para garantizar su conservación, al tiempo que ha realizado varias
alegaciones a las partidas presupuestarias de la Gerencia de Urbanismo, entre ellas el
adecentamiento de la Venta de los Gatos, que se retiren las
caracolas del Casino de la Exposición o que
eliminen ya el aparcamiento de la Torre de la Plata.
Según ha expuesto el presidente de Adepa, Joaquín Egea, ven
“interesante” la venta de bienes inmuebles municipales “antes de que siga su deterioro” y se consigan remanentes para invertir en patrimonio, aunque ha reclamado
garantizar su conservación mediante proyectos tasados, es decir, un anteproyecto de obras que fije q
ué hay que conservar, los usos posibles y su distribución, algo que, a su juicio, hubiera
evitado el vaciado completo de edificios regionalistas como el de la esquina de García de Vinuesa.
Uno de los ejemplos de esos proyectos tasados podría ser la venta de
Villa Encarnita, en Nervión, incluida dentro del plan de enajenaciones y que podría garantizar su protección, especialmente su
unidad de edificación, aunque desde Adepa lamentan que no se haya incluido, de cara al
Centenario del 29, otras como la
Casa Mallén, Pombo o las propiedades municipales en Marqués de Nervión, además de numerosos inmuebles privados. También proponen esta figura para la antigua
fábrica de sombreros de Castelar o para el antiguo cine Apolo.
Es más, aunque respaldan que no se haya edificado el
coliving de junto a Santa Clara, que impediría el disfrute de la
Torre de Don Fabrique, no aparecen referencias al otro solar en
Jesús del Gran Poder (Casa de Socorro) o en la calle
García Ramos, con “extraordinarios valores patrimoniales”, reclaman que sean
vendidos los tres edificios y que previamente tengas esos proyectos tasados.
Además de esta petición, Adepa ha realizado una serie de
propuestas, que ampliarán cuando analicen el proyecto de Presupuestos de 2025 al completo, a Urbanismo, entre las que destacan el
adecentamiento de la
fachada de la Venta de los Gatos; que se incorporen al plan de restauración el antiguo conservatorio y colegio del
convento de Santa Clara, además de la apertura de la iglesia; la
eliminación definitiva de las
caracolas junto al Casino de la Exposición; la reposición de la valla de los jardines de la
Fábrica de Artillería; que la
Torre Blanca de la muralla de la Macarena se convierta en Centro de Interpretación y se elimine el vivero; o el
fin del aparcamiento de la Torre de la Plata, que aún debe concretarse el estudio de conservación.
Especial relevancia le da Adepa a la
falta de vigilancia en diferentes monumentos, destacando la
Plaza de España, donde el propio Ayuntamiento cifró el coste en 200.000 euros anuales; el
Huevo de Colón, del que alertan no va a quedar nada, o la
Hacienda Miraflores, así como el abandono de la capilla de
San Onofre, que debe integrarse en el proyecto del monasterio de San Jerónimo.
También cuestionan las
diferencias de inversión ente la Hacienda el Rosario (2,5 millones) y la de San Ildefonso (900.000), la indefinición del proyecto del
Itinerario Molinar del Guadaíra, la falta de claridad en el uso de la iglesia de
San Laureano (plantea que sea biblioteca del Museo de Bellas Artes) y se preguntan si se pospone la apertura del
Pabellón Real, sin “contenidos expositivos ni la museografía” cuando se han invertido 4 millones en el edificio.
La asociación también echa en falta una
multitud de actuaciones, muchas de ellas que incluso reconocen exceden el ámbito de actuación de Urbanismo y son especialmente críticos con el hecho de que los
autobuses turísticos “siguen, después de 30 años, sin pagar tasas”, con que no hay referencias a la
Expo 92 (Jardín Americano, canal o el auditorio) y que, de las entradas del
Alcázar, no se destinen partidas al
Castillo de la Inquisición, el antiquario o el Muso de la Cerámica.
Además piden
que se “presione” a la Junta para incrementar las
inversiones en la ciudad y se destinen al
Palacio de Monsalves, Casa Murillo, San Isidoro del Campo, Museo de Artes y Costumbres; Santa Inés y Santa María de los Reyes, entre otros.
Entre las actuaciones que echan en falta también están
aparcamientos públicos; se ignora la
cisterna romana de Plaza de Pescadería, el
frontón Betis o la fábrica de Sombreros, apostando por la expropiación de este último edificio; denuncian el abandono del
compás del convento de la Paz; piden el cerramiento nocturno de la
Plaza de San Marta; se olvidan de la
reurbanización de plazas como Puerta Real, Zurradores o Terceros, convertidas en “
salón de veladores”; no actuarán en el
parque de Blancanieves; y reclaman la
supresión de la venta ambulante en la Plaza del Duque.