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Alcalá la Real

Alberto y Lucía protagonizan la primera “boda confinada” en Jaén

Los amigos de esta pareja de Los Villares organizaron una celebración alternativa a través de la aplicación Zoom, el 18 de abril, fecha inicial de la boda

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  • Lucía y Alberto, protagonistas de la primera "boda Zoom" en la provincia de Jaén. -

El Estado de Alarma en el que nos encontramos, y que se declaraba el pasado 14 de marzo, tuvo, entre otras muchas consecuencias, el que miles de parejas de novios se hayan encontrado con la incertidumbre de qué pasaría con sus bodas, previstas a lo largo de esta primavera y verano. Una circunstancia inédita que, en algunos casos, ha generado iniciativas tan peculiares como la que ha tenido como protagonistas a Alberto y Lucía, una pareja de novios de Los Villares que iban a casarse este 18 de abril. El Estado de Alarma motivó que su boda se haya pospuesto hasta el 1 de agosto. Esto no ha impedido, sin embargo, que sus amigos le prepararan una gran sorpresa en la que, inicialmente, iba a ser una fecha tan señalada para ellos. El resultado ha sido la que puede considerarse la primera “Boda Zoom” organizada en la provincia de Jaén, al haberse utilizado la popular aplicación que permite no solo una comunicación en grupo mediante videoconferencia, sino también enviar mensajes al mismo tiempo y compartir todo tipo de archivos.

Según nos cuenta Elena Arjona, responsable del blog de Trébol Moda y testigo de esta particular Boda Zoom, “todo comenzó cuando el círculo de amigos creó un grupo de whatsapp con más de treinta y cinco miembros, donde se propuso hacer un vídeo comunitario para los novios con el objetivo de decirles que pronto estarían de boda nuevamente y que no se preocuparan, que todo volvería a ser como siempre. Este material se les entregaría a través de un pen drive que se enviaría por Correos”. “A todos los amigos les pareció una idea muy interesante y se pusieron a grabar los vídeos. Todos sacaron su lado más cómico, comenzando a parodiar momentos de bodas: que si te quedas dormido en misa, que si en la puerta de la iglesia con el paquete de arroz, que si en la copa de espera… Risas y cachondeo no podían faltar en los sketches que cada uno fabricaba en casa con su ingenio y humor. Lo importante era que cuando los novios lo vieran se divirtieran. Incluyeron brindis y bailes porque en una boda no puede faltar eso”, explica Elena.

“Alguien propuso que además del regalo del  vídeo casero,   se creara una boda falsa a través de la plataforma Zoom el mismo día que tenían previsto casarse. Todos aceptaron ya que prometía ser una idea brillante. Uno de ellos se ofreció voluntario para ejercer de sacerdote y se encargó de preparar  la misa y el altar, todo ello, por supuesto, de forma simulada”. “En los ensayos de Zoom, que se venían haciendo desde días antes de la fecha señalada, se eligieron los padrinos cuyo cometido era contar una anécdota de cuando conocieron a los novios o alguna historia de su infancia”, continúa explicando Elena Arjona.

“Todo estaba listo. Llegó el 18 de Abril y los novios recibieron en su buzón un sobre con el pen drive y unas instrucciones que debían de seguir al pie de la letra.  A las 18:00 todos estaban conectados en Zoom. Empezaba la boda confinada. Los novios seguían las indicaciones. Nada mas conectarse a zoom vieron a sus más de 35 amigos en pantalla ¡Sorpresa! No se lo esperaban. Les ordenaron conectar el pen drive en el televisor y darle al play. Así fue como comenzaron a ver el trailer que les habían preparado. Los amigos podían ver la cara que ponía la pareja en tiempo real mientras visionaban el montaje. Los novios, que rieron a carcajadas y se emocionaron a partes iguales agradecieron varias veces el detalle”.

“Instantes antes de que aquella película llegase a su fin, los amigos desconectaron sus pantallas para volver a aparecer, unos minutos después, vestidos con sus mejores galas. ¡Había que ir a una boda y no se podía estar en pijama! Comenzó la ceremonia virtual y todo fue muy emotivo y diferente. Este fue uno de los textos más románticos que leyeron:

«Este tiempo encerrado nos esta gritando lo que es la vida. Es la bofetada que nos faltaba para darnos cuenta de lo que realmente importa, para darnos cuenta de lo que realmente significa vivir.

La vida es juntarnos, poder tocarnos, besarnos sin miedo, abrazarnos, poder ir la boda de tus mejores amigos.

La vida es como esa cerveza que paso de mano en mano y que todos disfrutamos o deberíamos aprender a disfrutar, como esa canción de la lista que todos conocemos y la cantamos y bailamos abrazados.

Por eso, cuando la vida vuelva, necesitaremos menos cosas.

Cuando la vida vuelva nos tiene que encontrar con una sonrisa en la boca, como la sonrisa que siempre lleva puesta Lucia, o la sonrisa que se le hizo a Alberto por dentro cuando se conocieron.

Cuando la vida vuelva, porque tiene que volver, nos verá guapos y elegantes, con un puñado de arroz en la mano y los brazos abiertos para acogeros como dos naranjas completas que han decidido compartir el resto de sus vidas».

“El momento de los anillos nunca lo olvidaran –continúa Elena– «¿Alguien tiene a mano unos risketos?», decía el cura. «En pleno estado de alarma con los poderes que me otorga el confinamiento: os declaro unidos en matrimonio». Aunque el momento cumbre fue sin duda  cuando se escuchó el “sí, quiero” de los novios y todos aplaudieron. El arroz fue sustituido por copas de cerveza y champagne para brindar por este «nuevo matrimonio». Y por supuesto no faltó el beso. ¡Vivan los novios! –gritaban por los micrófonos.

“Sin duda una boda mágica y una lección de amor histórica y es que, aunque el confinamiento se interpuso en sus planes, dicha circunstancia no impidió que sus amigos se reinventaran y les brindaran esta sorprendente boda que, aunque no era la que tenían planeada, seguro que no olvidarán nunca”, concluye su crónica Elena Arjona, a quien agradecemos una narración tan fehaciente de lo allí vivido.

¿Sentará un precedente esta Boda Zoom? Nos quedamos con la célebre frase de Albert Einstein, que ilustra también, de alguna forma, la actitud de este grupo de amigos. “En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Imaginación, sin duda, no les ha faltado. A Lucía y Alberto deseamos mucha felicidad y que tengan, al fin, su auténtica boda, la de verdad, la que ahora le han negado las circunstancias, el próximo 1 de agosto.

Si quieres saber más sobre esta peculiar historia, puedes visitar el artículo de Elena Arjona en el blog de Trébol Moda: https://www.trebolmoda.com/boda-confinada/ 

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