Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía, la patronal que agrupa a la mayoría de pequeños agricultores olivareros de la comunidad, ha difundido un informe sobre la evolución de la producción del zumo de aceituna a escala mundial. Y transmite la idea de que, con un descenso global de casi el 20% en la campaña que está a punto de acabar y la pasada,
el volumen de producción de España (1,2 millones de toneladas) supone la mitad del total y será clave para abastecer la demanda mundial.
Pero, implícitamente, la patronal empuja también, al destacar este descenso de la producción, a que los precios en origen del aceite (el que se abona al productor) sigan en niveles históricamente altos, más cercanos a los 4 euros por kilo que a los 3 euros en que vienen cotizando desde hace dos campañas.
El virgen extra se cotiza a casi 3,9 euros, y la media del conjunto de calidades (oliva y lampante incluidos) está en los 3,51 euros, según datos recabados por la organización Asaja Jaén la semana pasada.
“Inicialmente, se estimaron para Andalucía 1.108.400 toneladas de aceite de oliva, de un total de 1.317.075 aforadas para todo el territorio nacional. Sin embargo, transcurridos los principales meses de cosecha, el balance ha revelado que se han producido únicamente 1.232.900 toneladas en España. El motivo ha sido el retraso en la maduración del fruto y la caída del rendimiento graso en las principales zonas productoras, por lo que la producción nacional se va a situar en torno a 1.270.000 toneladas”, explica Cooperativas en su informe.
En Italia se van a producir sólo 190.000 toneladas, frente a 474.600 toneladas de la campaña anterior (un derrumbe del 60%). Por su parte, en Grecia se prevén unas 180.000 toneladas, una gran diferencia respecto a las 320.000 del ejercicio precedente (otro descalabro del 43,8%). Finalmente, en Portugal se aforan 83.000 toneladas en lugar de las 109.000 obtenidas el pasado año, lo que supone un descenso del 24%.
Casi sin aceite almacenado
Si a estos descensos europeos, se suma la merma de la producción de países de la cuenca mediterránea, como Túnez, Marruecos y Argelia, se puede concluir que al final de esta campaña se registrará una caída mundial de aproximadamente un 20% respecto a la campaña anterior, hasta 2,5 millones.
“Esto se va a traducir en que, al final de la campaña,
España tendrá el segundo stock más bajo de la serie histórica, alcanzando lo que se denomina “stock técnicamente cero”, ya que hay que cubrir la demanda hasta que la siguiente cosecha esté a pleno rendimiento, lo que suele darse bien entrado noviembre”, concluye Cooperativas.