El presidente de la LIV Asamblea parlamentaria de la OTAN, José Lello, consideró probable que aumente el número de efectivos destinados a Afganistán, puesto que su presencia sirve como elemento de disuasión de cara a una solución pacífica, al tiempo que abogó por incidir en su situación política, social y económica.
La situación en este lugar, incidió, “sigue siendo una prioridad operacional” para la OTAN.
Lello realizó estas declaraciones a los medios de comunicación en una rueda de prensa para presentar la LIV sesión anual de la Asamblea Parlamentaria, que este año tiene lugar en el Palacio de Congresos de Valencia. Al acto asistieron también el presidente de la delegación española, Jesús Cuadrado, y el secretario general, David Hobbs. Todos hicieron mención y mostraron su conmoción por la muerte de los dos militares en Afganistán, que describieron como el “signo de sacrificio”.
Al respecto, Lello resaltó que la OTAN ofrece un entorno “seguro” y “estable” en Afganistán, donde cuenta con más de 50.000 efectivos, un número que, dijo, se podrá ver incrementado próximamente. Junto a ello, se apostará por hacer un esfuerzo para resolver sus problemas económicos, sociales y políticos.
“Dentro de nuestros grandes desafíos en este territorio se encuentran los relativos al tráfico de drogas, terrorismo y reconstrucción económica”, dijo. Recalcó, en este sentido, que el “problema” en Afganistán “no es sólo militar”, sino “sobre todo” político. Así, indicó que la presencia militar es “importante” para crear elementos de disuasión y un ambiente de estabilidad para “solucionar los problemas sociales, políticos y económicos”.
Apuntó que existen “problemas” de eficacia gobernativa, de clarificación de procedimientos, de transparencia y de tráfico de narcóticos que conectan con los problemas que padecen los agricultores de la zona. “Se debe plantear esto –agregó– como prioridad”. Así, indicó que el lado militar “hay que debatirlo” y adaptar su presencia al desafío que se plantea que, insistió, “no es sólo militar, sino de carácter más global”.
Paralelamente a la situación de Afganistán, Lello habló de las relaciones con Rusia, otro de los puntos “importantes” de la asamblea, país con el que, dijo, hay un “problema evidente”, y una “crisis de confianza” que “tiene que ser resuelta”. Con Rusia, destacó, “no hay soluciones militares, sino políticas”.
A su juicio, “hay que crear un medio de confianza que permita que las relaciones con Rusia puedan seguir sin la amenaza rusa. Crear una relación política más estable, menos conectada con la amenaza militar”, dijo.
Junto a estos asuntos, los parlamentarios debatirán sobre la situación en Kosovo y el futuro de los Balcanes; la seguridad en Asia central; las prioridades para la Alianza Atlántica; sobre Irán y sobre las amenazas nucleares y la seguridad energética.