Es una sucesión de imágenes que fueron tomadas este jueves pasado en pleno centro de la ciudad. “Era más o menos la una de la tarde” cuando una cámara fotográfica inmortalizó el momento. Su autor es el conocido rondeño Manuel Garrido, quien en esos momentos estaba en el Archivo Municipal, en el convento de Santo Domingo, junto a Clotilde, la archivera. Se percataron a través de una de las ventanas del edificio de la escena que, pese a estar produciendo a la vista de todos, sólo detectaron nuestros protagonistas. La intimidad de Santo Domingo propició este plano fuera de cámara a modo de indiscreta ventana; porque el bullicio de la calle, con el hiriente y ruidoso tránsito de vehículos y personas, silenció el asunto en cuestión para los viandantes. Un hombre y una mujer se sentaban en uno de los balcones de piedra del Puente Nuevo, el más cercano al pórtico del convento; él mete la mano en un bolsillo y saca un anillo, y se lo pone a la mujer. Beso apasionado “y la mujer no podía dejar de llorar”, relata Manuel Garrido, quien cuenta que era imposible no retratar el momento: “Tenía conmigo la cámara que siempre llevo al archivo por si tengo que tomar alguna imagen de algún documento”, cuenta, al tiempo que lo tiene claro: “Es la forma más elegante de pedir la mano a alguien, viniendo a Ronda, al Tajo”.
Las fotos fueron colgadas en una página personal de Garrido, y amenazan con convertirse en otro de esos virales, este a la rondeña, que pululan en estos tiempos por las redes sociales.
TODO UN EMBLEMA
La imagen del Puente Nuevo trasciende las fronteras la propia ciudad de Ronda, pero también los de su Serranía, y es así desde hace décadas, cuando el Puente fue considerado un claro emblema de Andalucía, una de esas imágenes repetidas nunca hasta la saciedad por su siempre considerada belleza, utilizada en campañas publicitarias al uso, algunas de ellas, las últimas, ciertamente muy novedosas.
Este año, de hecho, llamó la atención de propios y extraños que una multinacional como Sony eligiera esta imagen para promocionar su videojuego más potente para PlayStation, embelesado el creador japonés de las animaciones por el tajo natural de la piedra.
El País, uno de los periódicos nacionales de mayor tirada y prestigio, destacaba esta semana en una de sus noticias la curiosa elección de Kazunori Yamauchi; el diario coloreaba la noticia con una llamativa fotografía del Puente Nuevo para hacer entender a los lectores el por qué del hechizo. Antes, Orange desplegó el verano de 2012 una enorme pancarta naranja hacia el abismo para promocionar unas tarifas telefónicas; la cadena de televisión Antena 3 utilizó también la imagen del Puente para anunciar una serie sobre la antigua Roma. Y es que el Puente enamora, tanto que las instituciones públicas de la ciudad comenzaron a temer una práctica que, por suerte, ha quedado estancada en los últimos meses, la de los famosos candados del amor, aquellos que desde Italia llegaron a algunos otros puentes del mundo, el de Ronda incluido.
Según confirmó la concejal de Cultura en el Ayuntamiento, María José Zarzavilla, tras que en mayo pasado la brigada de obras tuviera que intervenir en los balcones de forja del monumento para retirar numerosos de estos candados, dejados allí por parejas de turistas llegados a la ciudad, no se han detectado más de estos candados. Se trata, sin dudas, de una moda pasajera, y por ello Zarzavilla precisa que “estamos siempre atentos y pendientes”, porque un candado no retirado provoca la rápida aparición de otros nuevos que, según las autoridades municipales, dañarían la imagen del monumento. Las brigadas, así, tienen orden de revisar periódicamente el monumento para evitar contagios.
Anillos, en cualquier caso, seguro no se ven todos los días en ese Puente.