El municipio y ciudadanía de
Genalguacil se preparan para recibir a los socios del
proyecto Pacesetters los
días 14 y 15 de noviembre para analizar, en torno al programa de trabajo que se ha diseñado, cómo la cultura, el patrimonio natural y la creatividad pueden despertar la innovación desde donde menos lo esperamos.
Cabe recordar que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen declaró en julio de 2019, en el marco del Pacto Rural de la UE, que “nuestras zonas rurales son el tejido de nuestra sociedad y el latido de nuestra economía. La diversidad del paisaje, la cultura y el patrimonio son una de las características más importantes de Europa, son una parte esencial de nuestra identidad y de nuestro potencial económico. Valoraremos y preservaremos nuestras zonas rurales e invertiremos en su futuro”.
Las zonas rurales y remotas son cruciales para la transición climática, no porque sean el problema, sino porque pueden ser la solución. De ahí que se reimagina la relación con lo rural puesto que las artes y la cultura también tendrán un enorme papel que desempeñar en las grandes transformaciones sociales de nuestro tiempo. Necesitamos nuevas formas de compromiso con el campo fuera de los caminos trillados del turismo.
Ahora es el momento de desarrollar modelos no extractivos y no explotadores, creativos y regenerativos de emprendimiento. En definitiva, un nuevo modelo de desarrollo local que una el emprendimiento a un modelo económico más respetuoso con el medio ambiente, la cohesión social y territorial.
La clave para lograrlo está en lograr tejer redes y, gracias a ellas, favorecer el intercambio translocal del conocimiento para asumir la co-propiedad de la transición y luchar por nuevas formas de valor.
Con la apertura del Laboratorio del Mundo Real de Pacesetters, los días 14 y 15 de noviembre,
Genalguacil y su Laboratorio Internacional de Innovación Rural celebra el primero de muchos
‘Puntos de Encuentro’ para desarrollar un enfoque compartido en el que todo el mundo sea experto/a, con el conocimiento local en el centro del replanteamiento de la innovación y fomentando así la confianza y la ambición para la acción empresarial colectiva.
Lanzamos estas cuestiones a modo de ejemplos. ¿Qué pasaría si tuviéramos un museo de arte contemporáneo reconocido internacionalmente en un pueblo remoto de Andalucía? ¿Cómo cambiaría esto las perspectivas? ¿Y si la profunda experiencia de vivir con la naturaleza y la sabiduría de los agricultores es la clave para ayudarnos a entender desde el pasado cómo cambiar las cosas para el futuro próximo? ¿Podemos poner en marcha empresas creativas colectivas desde un pueblo?
De esta forma, Genalguacil abre sus puertas como llamada a la acción para inspirar la imaginación y hacer visible el papel de las regiones rurales, el arte, el patrimonio, la cultura y la naturaleza. Todo ello en el impulso de la transición como una oportunidad para cuestionar la base misma de nuestra estructura económica. Genalguacil y el partenariado de Pacesetters se preparan, no sólo para afrontar el reto hacia la transición verde en su municipio, sino también para contribuir con su propia experiencia y la de sus socios del proyecto a hacerla real y efectiva tal y como afirma la Comisión Europea: “Una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE, hacia unas zonas más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas de aquí a 2040, que requerirá el desarrollo de asociaciones en todas las actividades económicas de las zonas rurales, entre las empresas de todos los sectores, las autoridades locales, los investigadores y los servicios basados en la innovación, el intercambio de conocimientos, la cooperación…y actuar de forma que los ciudadanos podamos ser copropietarios de la transición”.