Cuando el reloj marcaba las seis de la tarde, las calles de la ciudad por donde iba a disponer la
Cabalgata de la Ilusión rebosaban de
miles de personas que querían ver de cerca a los Reyes Magos y a la Cartera Real.
Desde la
avenida de Málaga, a la altura de la zona del cuartel de la Guardia Civil, empezaron a desfilar las
16 carrozas que este año formaban el cortejo. Junto a las de
Melchor, Gaspar y Baltasar se pudo ver a la
Cartera Real con la suya propia acompañada de su séquito, al igual que una exclusiva con las Damas Goyescas. Además no faltaron las numerosas
animaciones, música y personajes que fueron haciendo las delicias de grandes y pequeños.
Este año se han repartido
más de 6.000 kilos de caramelos aportados por el Ayuntamiento, a los que se han sumando las golosinas y juguetes donados por diferentes colectivos. Estos se han ido lanzando durante el recorrido que continuó por calle Espinel, Virgen de la Paz, Plaza de España, Puente Nuevo y Armiñán para finalizar en el barrio de San Francisco. En el último punto, concretamente en las
murallas de Almocábar, se vivió uno de los momentos más mágicos cuando Sus Majestades se bajaron de sus carrozas para saludar a todos los rondeños y emprender su viaje por los distintos hogares para dejar los deseados regalos.