La mansión, que data de mediados del siglo XIX, sirvió de alojamiento de importantes actores y directores en la década de los 60.
Un antiguo cortijo de la capital almeriense, en el que pasaron temporadas grandes figuras del celuloide y la música como Peter O’Toole, Yul Brynner y muy especialmente John Lennon, se convirtió desde ayer en un museo que rememora la época dorada del cine en la provincia de Almería.
La mansión, que data de mediados del siglo XIX, sirvió de alojamiento de importantes actores y directores en la década de los 60 durante sus rodajes en espacios como el desierto de Tabernas o el Cabo de Gata. En aquella época, productores y directores de Hollywood fijaron su atención en los extraordinarios espacios naturales de la provincia y los convirtieron en escenarios de grandes producciones cinematográficas y películas del oeste.
Pero quizás el huésped más ilustre que tuvo la mansión fue el músico y compositor británico John Lennon, componente de Los Beatles, que en 1966 pasó seis semanas en Almería con motivo de su participación en el rodaje de I won the war, dirigida por Richard Lester. Lennon pasó sus dos primeras semanas en la capital almeriense en un pequeño apartamento situado frente a la playa del Zapillo.
Con motivo de su cumpleaños y la llegada a Almería de su primera mujer, Cynthia, y de Ringo Starr y su esposa, Lennon se trasladó a Santa Isabel, donde permaneció del 9 de octubre al 6 de noviembre de 1966. La mansión cobró especial relevancia porque le sirvió a Lennon de inspiración para componer uno de sus temas más conocidos, Strawberry Fields Forever, dada la similitud de Santa Isabel con una casa y un jardín de Liverpool a la que el músico acudía de niño a celebrar fiestas con sus amigos.
Según explicó el propio Lennon, comenzó a escribir la canción por la parte de estilo recitativo, pero fue al llegar a Santa Isabel, marcada por un halo de misterio y un gran jardín salvaje como el de Liverpool, cuando surgió el estribillo: “Déjame llevarte a un lugar donde nada es real y no hay nada de lo que preocuparse”.
Cuentan que John Lennon pasó en Almería unas de las semanas más felices de aquella época, ya que pudo disfrutar del anonimato en una ciudad en la que apenas nadie le reconoció como la gran estrella mundial en la que ya se había convertido.