La Policía Nacional ha investigado en Motril (Granada) la denuncia en falso que presentaron dos jóvenes de 18 y 20 años sobre el presunto robo de sus respectivos móviles por parte de varias personas que, según dijeron, les intimidaron con un arma blanca.
Las investigaciones determinaron que los hechos no habían sucedido como constaba en las denuncias que interpusieron. En el primero de los casos, el joven de 20 años denunció haber sido abordado por cuatro individuos con el rostro cubierto, excepto uno al que reconoció, y que le intimidaron con una navaja, por lo que se vio obligado entregarles el teléfono móvil. No obstante, los agentes determinaron que en realidad la víctima prestó el móvil a un amigo suyo que no se lo devolvió.
En el segundo de los casos, el joven dijo ser abordado por tres individuos de los que aportó características físicas, los cuales le intimidaron colocándole una navaja en el estómago y exigiéndole la entrega del terminal. Los agentes pudieron averiguar que en realidad el teléfono lo olvidó en una fiesta en un cortijo.
Los agentes procedieron a informar a los denunciantes de las averiguaciones realizadas, así como de su presunta autoría en los delitos investigados, que se pusieron en conocimiento del juzgado.
Estas conductas suponen una distracción de las funciones de prevención y persecución del delito que tiene encomendada la Policía Nacional, además de un perjuicio para la sociedad y va en detrimento de las verdaderas víctimas de hechos delictivos.
Debido al incremento en los últimos años de estos ilícitos penales la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental ha establecido un protocolo para reclamar los gastos ocasionados por los simuladores de hechos delictivos, que de media están alcanzando de 200 a 1.000 euros y que, cuando la autoridad judicial lo estima ajustado a derecho, son reclamados a los autores de estos hechos.