El juicio previsto desde este lunes en la Audiencia Provincial de Granada a un joven de 27 años acusado de asesinar a su tío abuelo, un anciano impedido y con Alzheimer, en la casa en la que residía con él, en Valderrubio (Granada), de un solo disparo en la sien, ha tenido que ser aplazado hasta junio.
La enfermedad de uno de los letrados ha llevado al tribunal de la Sección Segunda a fijar una nueva fecha para la vista, concretamente hasta el 30 de junio, y hasta el 4 de julio, y el jurado que iba a valorar el caso esta semana no ha llegado a constituirse.
La Fiscalía de Granada solicita para el inculpado una pena de ocho años y medio de prisión por la posible comisión de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas --al no disponer de licencia para el arma que presuntamente utilizó-- aunque con la circunstancia atenuante de confesión y la eximente incompleta de enajenación mental, pues está diagnosticado de trastorno mixto de personalidad paranoide y esquizoide, trastorno obsesivo compulsivo del control de los impulsos.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, José M.L., en prisión provisional desde el 12 de febrero del pasado año, convivía en un domicilio de la calle Iglesia número 5 de Valderrubio con su madre, sus dos hermanas y su tío abuelo, de 77 años, con enfermedad de Alzheimer y que había sufrido un infarto cerebral recientemente.
Así, estando en la vivienda sobre las 11,30 horas del 11 de febrero de 2013, el joven, que previamente había manipulado una pistola y sus cartuchos para disparar pese a que no tenía licencia para ello, se dirigió con el arma hacia su tío abuelo "con la evidente intención de acabar con su vida". El anciano se encontraba inmóvil en el sofá del salón, imposibilitado para moverse como consecuencia del infarto cerebral que había sufrido pocos días antes, cuando su sobrino nieto le puso en la sien la pistola y disparó, ocasionándole la muerte de manera instantánea.
El imputado, que reconoció desde un primer momento la autoría de los hechos, había manifestado ya ideas anteriores de matar a su tío, y se le considera, según el fiscal, una persona "peligrosa" respecto a los demás.
Le ha sido diagnosticado un trastorno mixto de personalidad paranoide y esquizoide, trastorno obsesivo compulsivo del control de los impulsos, y presenta una leve a moderada alteración de su capacidad para conocer y sobre todo para querer, además de un grado de discapacidad del 65 por ciento. Sus familiares han renunciado a cualquier indemnización.