En el prefacio que Javier Reverte escribiera para su libro “El río de la desolación”, puede leerse: “¿Viajar?por escapar de la muerte”. ¿Viajar? Sí, ayer y siempre, para descubrir en que se equivoca el mundo, para ser más libre, para aprender tolerancia, para encontrar la felicidad, para olvidar los prejuicios, para no tener al miedo al futuro….Pero tras esas intenciones, esas múltiples posibilidades, está el ser humano, sus enigmas y sus anhelos. Claro que cuando se habla del mundo animal, esos viajes encuentran otra razón de ser, otros destinos y otras causas muy distintas.
La reciente edición de “Viajeros. Animales extraordinarios” (Faktoría K de Libros. Pontevedra, 2019) “permite acompañar a los animales que -por tierra, mar y aire- realizan los viajes más largos y arriesgados. Unos realizan travesías de miles de kilómetros, recorriendo continentes y océanos, entre donde pasan el invierno y su residencia de verano, o desde las zonas de cría a las de alimentación. Otros hacen trayectos cortos pero exponiéndose a toda clase de peligros y vicisitudes”.
Xulio Gutiérrez se ha encargado de articular los textos de estos doce protagonistas y Nicolás Fernández los ha retratado con serena belleza.Y así, el lector conocerá de primera mano cómo el lemming, el bisonte americano, el ñu azul, el charrán ártico, la golondrina, la tortuga boba, la sardina sudafricana, el salmón común, el tiburón ballena, la marabunta, la mariposa monarca y el cangrejo rojo luchan por sobrevivir. Porque, al cabo, estos procesos migratorios se convierten en complejas batallas en las que entran en juego la capacidad de orientación, de coraje y de resistencia.
El volumen resulta sorpresivo pues van descubriéndose datos y aspectos poco conocidos. Como saber, por ejemplo, que la población de bisontes alcanzó los 60 millones de ejemplares y se vio reducida en los siglos XVIII y XIX a tan sólo 750. A día de hoy, ya con más de 500.000 mil bisontes en ranchos privados y otros 30.000 en reservas públicas, su capacidad de desplazamiento se ha visto reducida a la nada.
Sin embargo, el viaje de los ñus azules es la más numerosas de las migraciones terrestres. Su recorrido se inicia en la llanura del Serengeti y son más de 800 kilómetros los que madres y crías recién nacidas deben afrontar. Mas a éstos, les supera el charrán ártico, que pasa buena parte del otoño comiendo y acumulando grasas energéticas para poder recorrer con posterioridad 19.000 kilómetros
Distintos son los caminos de aquellos animales que viven el agua. La sardinas surafricanasviajan en enormes bancos que atraen a muchos
depredadores (lobos marinos, delfines, cormoranes…) De ahí, que sus dos migraciones anuales se conviertan en auténticas masacres.
La lentitud de la tortuga boba, el cromatismo de las mariposas monarcas o las doce horas diarias que caminan los cangrejos rojos…, completarían este crisol de
tránsitos y mudanzas.
Aventuras, en suma, plagadas de distintos obstáculos, de arduas vicisitudes y que nos aproximan hasta un universo lleno de atractivos de la Naturaleza. Un revelador “Árbol de la vida” de los principales grupos del Reino Animal y una ficha técnica de cada uno de los seres aquí recogidos abrochan este lúcido y formativo volumen.