El primer ministro británico, David Cameron, condenó hoy el tiroteo en un centro cultural en Copenhague donde se celebraba un debate sobre la blasfemia, que causó un muerto, y defendió la necesidad de preservar la libertad de expresión.
"Condeno el tiroteo en Copenhague", señaló a través de la red social Twitter el jefe del Gobierno británico, que añadió que la "libertad de expresión siempre debe ser protegida".
Los disparos, que causaron un muerto y tres heridos, se produjeron cuando se celebraba el seminario "Arte, blasfemia y libertad de expresión", al que había acudido el artista sueco Lars Vilks, de 68 años, amenazado por grupos extremistas islámicos desde que en 2007 publicó un retrato de Mahoma como un perro en un periódico sueco.
En enero, tras el atentado contra el semanario satírico francés "Chariel Hebdo", el "premier" conservador británico salió asimismo en "defensa de la libertad de expresión" y mostró su apoyo "al pueblo francés en la lucha contra el terror".