Ahora que se sabe que habrá adelanto electoral el 20 de noviembre, el líder del PP, Mariano Rajoy, no quiere dejarse asignaturas pendientes antes de la campaña, como su agenda internacional, que en lo que va de año está resultando más intensa que la de todo 2010.
Desde enero hasta el pasado jueves Rajoy ha sumado 19 reuniones con mandatarios extranjeros, la mayoría de ellas en Madrid, todas, menos dos, en la sede del partido y varias, como la de Hillary Clinton, a petición de los dignatarios foráneos.
Sus visitas fuera han sido a Alemania, el 11 de abril, para entrevistarse con la canciller, Ángela Merkel, y dar una conferencia en la Fundación Konrad Adenauer, y a Bruselas en marzo para participar en uno de los tradicionales cónclaves del PP europeo previos a las Cumbres de la UE.
A la otra gran reunión de los populares europeos de finales de junio no pudo acudir a causa de un resfriado. Rajoy llegó hasta el aeropuerto de Madrid-Barajas para coger el avión e ir a la capital belga, pero tenía fiebre alta y prefirió regresar a casa.
Pero habrá más: casi sin sacudirse la arena de la playa, el presidente de los populares irá a Lisboa el 31 de agosto para participar en una Cumbre del nuevo partido de Gobierno en el país vecino, el PSD de Pedro Passos Coelho.
La intensidad de los compromisos internacionales del líder del PP se explica, precisan fuentes de la dirección, por el interés cada vez mayor de Rajoy y de su entorno por que le conozcan en el exterior.
De hecho, ha estado estos últimos meses recibiendo clases de inglés -tres horas semanales- de una profesora particular, y parece que ya se atreve a mantener breves diálogos, apunta una fuente de la dirección del partido.
Con la intermediación de su coordinador de Relaciones Internacionales y de su Gabinete, Jorge Moragas, el líder del PP ha mirado un poco más a Iberoamérica que a Europa.
Se ha entrevistado en Madrid con el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli; de Haití, Michel Martelly, y de Chile, Sebastián Piñera, a quien brindó un almuerzo junto a María Dolores De Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, José María Aznar y Esperanza Aguirre, además de Moragas.
Reflejo de la relevancia que el PP da a Chile no es sólo esta comida, sino también que es el país que más reuniones ha robado en 2011 a la agenda de Rajoy: en estos siete meses ha visto también al embajador en España y al senador Jovino Novoa.
Con el expresidente de Perú Alejando Toledo se entrevistó el 29 de junio, y en febrero el líder del PP organizó una cena con representantes del centro-derecha de Venezuela, Colombia, México, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina.
Además de con Merkel, ha tenido reuniones con una delegación de la oposición griega encabezada por Antonis Samara; con el vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani; con el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé; y con el viceprimer ministro británico, Nick Clegg.
No se ha olvidado de Oriente Medio, y así, se ha visto con el presidente de Israel, Simon Peres, el 23 de febrero, y con líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, hace unas semanas.
Pero si hay una cita de la que se congratula el PP es la de Rajoy y Hillary Clinton el 2 de julio, sobre todo porque, recuerdan las fuentes, fue ella quien la pidió.
El camino lo abrió Rajoy dos meses antes cuando se reunió con el asesor económico de Barack Obama, Austan Goolsbee, quien también había hecho llegar su interés por organizar un encuentro.