Iván Morlote, el joven de 19 años que el jueves fue víctima de una agresión en Santander por unos novios, cuando el hombre estaba pegando a su prometida, ha afirmado que volvería a actuar de igual manera si volviera a encontrarse con una situación de este tipo, a la vez que lamentó que la agredida se pusiera de parte de su agresor y terminara por agredirle a él.

"Muy a mi pesar me agredió y me arañó. No sé si me golpeó, porque yo estaba a lo mío, estaba a frenar al chico, a reducirle. Y luego la chica me dijo que lo sentía mucho, porque hablé con ella en Urgencias. Después me han dicho que es una reacción normal, que si un desconocido ataca a un pareja lo que haces es defenderle", declaró.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Morlote, quien sufrió la rotura de un dedo de la mano derecha, así como heridas en el otro brazo y en la cara, de las que fue atendido en un centro hospitalario, dijo que su reacción de auxilio fue espontánea y no pensó "en nada" cuando fue a socorrer a la joven.

"Yo lo vi, ya me olía que iba a acabar mal. Estaban montando el espectáculo. Lo siento mucho por la chica, que estaba destrozada, pero volvería a prestar mi ayuda a cualquier ciudadano en una situación semejante", sentenció.

Hacía las doce del mediodía, Iván se dirigía a un buscar unas gafas a una óptica cuando en el en el túnel del Pasaje de la Peña vio a una pareja desde lejos discutiendo. Según explicó, vio a ambos "gritar".

"Sí, la oí gritar ¡déjame en paz! varias veces, y llegó un momento en la que la chica se paró en seco, y el chico comenzó a propinarle una paliza bastante fuerte y considerable", recordó. El joven esperó "uno o dos segundos" a ver si alguien de todos los que habían en el túnel "hacía algo", pero fue él quien rápidamente se dirigió a socorrer a la joven.

"Nos enzarzamos el chico y yo en una pelea y caímos al suelo. Pedí ayuda, pero éramos los únicos hombres en el túnel. Sólo había mujeres, sobre todo mayores, y pensé que todo (la pelea) me iba a caer a mí", destacó.

Tras los golpes, el agresor le devolvió las gafas, que estaban ralladas, y en compañía de su novia salió corriendo del lugar de los hechos. Iván corrió también detrás de ellos, pero la policía les había detenido ya al ser sido alertada por un compañero suyo de paisano que lo vio todo.

El agredido lamenta que la chica también le agrediera a él cuando la estaba defendido. "Muy a mi pesar me agredió, me arañó, no sé si me golpeó, porque yo estaba a lo mío, estaba a frenar al chico, a reducirle. Y luego la chica me dijo que lo sentía mucho, porque hablé con ella en Urgencias, y después me han dicho que es una reacción normal, que si un desconocido ataca a un pareja lo que haces es defenderle", declaró.

JESÚS NEIRA, COMO EJEMPLO.

Iván aseguró que nunca había pensado que se iba a ver envuelto en una situación de este tipo, pero recordó que cuando supo lo que le había sucedido al profesor Jesús Neira, que estuvo hospitalizado al ser agredido por un joven que se encontraba pegando a su novia, le dio "mucha pena por lo que le había ocurrido y le dijo a su madre que él también haría algo en situación idéntica.

"¡Mamá!, si alguna vez me pasa esto por la calle tengo que hacer algo, no me puedo quedar quieto. Hubiera hecho lo mismo que el profesor Neira. No piensas en ese momento cuál es la mejor forma de actuar. Me podría haber parado a hablar con el chico éste, pero es que le estaba dando una paliza a la chica. Yo en ese momento no esperaba en buenas formas, pensaba en socorrerla", enfatizó.

Independientemente de los daños sufridos, Iván dejó claro que no puede quedar quieto "viendo algo semejante" y que volvería a prestar mi ayuda a cualquier ciudadano "en una situación semejante".

Se ha celebrado un juicio rápido en Santander, en el que se ha llegado a un acuerdo por el que el agredido recibirá una indemnización de 1.500 euros y el pago de otros 90 euros por las gafas que resultaron rotas en el transcurso de la pelea. Además, su agresor ha sido condenado a trabajos comunitarios, y ha sido dictado una orden de alejamiento a favor de la mujer.