Restos fosilizados descubiertos en una losa de piedra han revelado evidencia de un banco de peces nadando al unísono hace aproximadamente 55 millones de años.
En su artículo publicado en la revista 'Proceedings of the Royal Society B', el grupo describe su estudio de una losa de piedra que contiene una escuela completa de peces fosilizados y lo que encontraron.
Los científicos que estudian animales, como aves, peces e insectos que vuelan no solo en formaciones, sino con cierto grado de uniformidad, han descubierto que todos siguen dos reglas simples: evitar encontrarse con los vecinos e imitar las acciones del resto del grupo. No se sabe cuándo evolucionaron estos comportamientos por primera vez, pero la nueva investigación sugiere que se remonta al menos 50 millones de años.
Los investigadores de la Universidad de Arizona State encontraron la losa de piedra que conserva los fósiles mientras visitaban la Galería Oishi Fossils del Museo Memorial Mizuta en Japón. Después de obtener el permiso para estudiar la losa, el equipo encontró que había 259 peces fosilizados incrustados en la piedra que ya había sido fechada.
Los identificaron como 'Erismatopterus levatus', un pez diminuto que una vez habitó lagos entre montañas. Los especímenes en la losa parecían ser juveniles, pero no había evidencia que indicara cómo habían sido enterrados juntos y tan rápidamente.
Los investigadores sugieren que podría haber ocurrido como resultado de una formación de arena submarina colapsada. Los investigadores estaban intrigados por el posicionamiento de los peces, casi todos nadaban en la misma dirección en un patrón que recuerda a los peces modernos que nadan en escuelas de uniformes.
Para probar si los peces habían estado nadando al unísono, los investigadores tomaron medidas de los peces y desarrollaron una simulación por computadora. Ejecutaron simulaciones en 1000 escenarios diferentes (flujo de agua variable, distribución espacial, etc.).
Las simulaciones mostraron a los peces nadando al unísono siguiendo las mismas dos reglas que los peces modernos. Sugieren que sus simulaciones proporcionan evidencia de que los peces nadaron al unísono durante el Eoceno, probablemente por la misma razón que los peces lo hacen hoy, para reducir sus posibilidades de ser comidos por un depredador.