El Ayuntamiento de Marbella ha dado un nuevo paso en la protección de la Reserva Ecológica ‘Dunas de Marbella’ con la instalación de dos barreras para impedir el acceso de vehículos a motor y la regulación como zona peatonal del sendero del paraje de la duna Real de Zaragoza.
El concejal de Sostenibilidad, Miguel Díaz, ha explicado que “se trata de un punto conflictivo para la movilidad en el que históricamente se agolpan durante la temporada de verano decenas de vehículos, invadiendo los espacios dunares y provocando gran conflictividad”.
En este sentido, ha lamentado que en los últimos días se hayan producido diversos actos vandálicos contra estos elementos de protección del paraje ambiental.
Ante ello, Díaz asegura que “no vamos a tolerar estas conductas incívicas, ya que la protección ambiental y el interés general debe quedar por encima de intereses particulares” y, al respecto, “vamos a redoblar los esfuerzos y a aumentar el control y vigilancia de la zona”.
Por ello, “Queremos hacer un llamamiento a la concienciación para que se respeten los trabajos impulsados con el objetivo de proteger la duna”, ha asegurado Díaz, quien ha añadido que “llevaremos a cabo las medidas necesarias para contribuir a su conservación”.
“Algunas personas que acuden a la playa tienen que cambiar la mentalidad y comprender que se trata de un paraje protegido, por lo que deben aparcar en las zonas habilitadas y caminar unos metros hasta la costa, desterrando hábitos insostenibles como querer acceder en coche hasta pie de playa en entornos de alto valor ambiental y en proceso de regeneración”, ha señalado.
Asimismo, ha recordado que las sanciones por la circulación en zonas no autorizadas, en aplicación de la Ley 8/2003 de Flora y Fauna de la Junta de Andalucía, oscilan entre los 60 euros para las leves y los 3.000 euros para las muy graves.
Con respecto a los actos vandálicos, se ha constatado el robo de mesas de picnic, se han destrozado señales de tráfico que regulan la entrada de vehículos a la zona dunar, y muchos automovilistas no usan los aparcamientos habilitados y fuerzan las barreras pese a la escasa distancia entre la zona de estacionamiento oficial y la playa.
Asimismo, muchos vehículos colapsan los accesos peatonales a la playa, impidiendo un correcto funcionamiento de los servicios de socorrismo y ambulancias, se están rompiendo los vallados perimetrales y a pesar de su prohibición y de que existen senderos de madera preparados al efecto, se sigue transitando y pisoteando las dunas.
Díaz ha lamentado esta situación y ha recordado otras actuaciones que se han impulsado para su protección y conservación desde que fuera declarada la reserva ecológica Dunas de Marbella en septiembre de 2015.
Entre las dos medidas más importantes se encuentran la dotación de una bolsa de aparcamiento fuera de la zona dunar y la delimitación y acotado del entorno de la misma.
“Hemos incrementado la dotación de aparcamientos en la zona, añadiendo a los dos lugares habilitados en el entorno con 100 plazas, otras dos parcelas en Arroyo Sequillo (300 plazas) y en la zona de Residencia de Tiempo Libre (100 plazas)”, ha detallado.
Además, “para garantizar la protección de la duna y evitar la invasión de la misma, desde Sostenibilidad se ha instalado un cerramiento de protección de 1.200 metros lineales de madera”.