El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol ha acogido este martes un simulacro de secuestro aéreo, a iniciativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento, con la participación del Ministerio del Interior (Secretaría de Estado de Seguridad, Policía Nacional y Guardia Civil), del Ejército del Aire, Aena, Enaire y la Subdelegación del Gobierno en Málaga.
Los objetivos perseguidos con este tipo de ejercicios son mantener entrenado al personal involucrado en un suceso de estas características y corroborar la idónea implantación de la normativa aplicable. Adicionalmente, se obtendrán conclusiones que permitan mejorar el operativo en caso de un secuestro real, han indicado desde la Subdelegación en un comunicado.
Los trabajos de diseño y planificación, incluyendo unas jornadas técnicas formativas, se realizaron con antelación a la fecha propuesta y el ejercicio se ha realizado en el momento en que no se producirían interferencias en el normal desarrollo de las operaciones aeroportuarias.
El simulacro ha consistido en el secuestro de una aeronave, cedida para la ocasión por la compañía aérea Alba Star, que simulaba un vuelo regular con salida del aeropuerto de Palma de Mallorca, haciendo escala en Málaga-Costa del Sol y con destino final en el norte de África.
Después del despegue desde el aeropuerto malagueño el comandante de la aeronave comunica a la torre de control que se ha producido un secuestro. Una vez que el controlador aéreo confirmó el apoderamiento ilícito, se activaron los protocolos de seguridad pertinentes, constituyéndose los correspondientes comités de intervención en secuestros aéreos que estipula la normativa en vigor, presididos, a nivel aeroportuario, por la Subdelegación del Gobierno en Málaga y, a nivel nacional, de manera simulada, por la Secretaria de Estado de Seguridad.
Por su parte, el Ejército del Aire ejerció sus cometidos asignados en este tipo de situaciones mediante el sistema de defensa aérea y las aeronaves de alerta permanente que protegen el espacio aéreo de soberanía nacional, han agregado.
Posteriormente, se contactó con los secuestradores para conocer sus pretensiones, de acuerdo con el proyecto de simulacro, e iniciar las acciones adecuadas para liberar a los rehenes y recuperar el control de la aeronave. Tras varias horas de negociación, se produjo la liberación de los pasajeros y la tripulación, dándose por concluido el incidente y se desactivaron los dispositivos de seguridad.
Terminado el ejercicio, expertos de todas las entidades involucradas comenzaron el trabajo de evaluación para obtener las correspondientes enseñanzas.