La
gesta lograda por el Unicaja en la Copa del Rey de Gran Canaria sigue resonando en la memoria de su capitán,
Alberto Díaz. El base malagueño, uno de los grandes artífices de este ciclo triunfal, ha compartido sus sensaciones tras el histórico triunfo en una entrevista concedida a los medios oficiales del club. Con un mensaje claro de ambición y sin conformismo, Díaz insiste en que el equipo está preparado para seguir peleando por títulos.
“
Sabíamos que íbamos a ganar”, reconoce con seguridad sobre los cuartos de final contra Joventut de Badalona. No obstante, recalca que no fue un camino fácil
: “Intentamos buscar esas buenas sensaciones y cuestan, porque en la Copa no te puedes relajar. Fue un partido muy serio de todo el equipo. La primera parte fue muy dura y en la segunda, cuando rompimos el partido, conseguimos marcar esa diferencia. Quizás desde fuera parece un resultado muy abultado, pero fueron 40 minutos de tensión”.
El base cajista también hizo referencia a la semifinal ante Lenovo Tenerife y no duda en elogiar su capacidad para mantenerse siempre dentro de los partidos: “
Nosotros intentamos romperles el ritmo siendo muy físicos y corriendo todo lo que podíamos en la pista, pero sabíamos que incluso cuando les sacábamos 10-12 puntos, siempre volvían. Ellos manejan muy bien este tipo de situaciones y son duelos muy disputados hasta el final”.
En cuanto a la
gran final ante el Real Madrid, habló de "instinto asesino por parte de todos" al llegar al momento clave: "Cuando veo que el equipo está así no tengo la menor duda que íbamos a ganar. Hicimos el plan perfecto y salieron las cosas que teníamos planeadas".
El factor clave de Unicaja: su fortaleza colectiva
Uno de los aspectos que más enorgullece a Díaz es la
química del grupo y la solidaridad entre compañeros. “Cada partido ha habido algún jugador que ha destacado. Eso muestra lo corales que somos, lo bien que trabajamos en equipo. Creo que esa es nuestra mayor virtud, que cada día sale uno a dar lo mejor para ayudar al equipo”, señala.
El Unicaja ha demostrado que no solo tiene talento individual, sino también una mentalidad de campeón. “El
equipo ha demostrado que no es conformista, que quiere más siempre. Ahora tenemos por delante la ACB y la BCL, donde queremos llegar bien a los momentos clave. Queremos competir la BCL para revalidar el título e ir a por la ACB. Sabemos que es algo maravilloso lo que hemos conseguido, pero no nos puede el ansia, tiene que poder el hambre de ganar. Seguiremos con la misma mentalidad de trabajar y mejorar día a día”, explica el malagueño.
Unicaja y su afición, una conexión especial
Díaz también tuvo palabras de agradecimiento para la
afición cajista, que volvió a jugar un papel crucial en la Copa. “
Nos acompañan a todos los sitios. Siempre encontramos seguidores en cada pabellón y evento al que vamos. Es algo para darles las gracias, porque siempre están con nosotros. En los malos momentos sentimos su aliento y nos ayuda a reconectarnos”, asegura.
El base malagueño destaca el momento en el que el Martín Carpena entonó el himno de Unicaja antes de la final: “Es algo maravilloso.
Tengo compañeros de profesión a los que les encanta nuestro himno, lo
cantan incluso cuando estamos en la selección. Que el resto de aficiones lo acojan también es un reflejo de los valores del deporte”.
Un sueño que ha superado sus propias expectativas
Díaz, que ha vivido momentos difíciles en el club, ahora saborea cada éxito como un regalo. “
Quizás esto ha superado los sueños que tenía de niño. Recuerdo ver a Berni Rodríguez levantar la Copa, a Carlos Cabezas, Germán Gabriel, Nacho Rodríguez… ellos han sido mis referentes como malagueños. Ahora tener la oportunidad de estar aquí, logrando títulos con el equipo de mi ciudad, es algo por lo que estoy muy agradecido”, confiesa emocionado.
El capitán cajista tiene claro que este es solo el principio de algo más grande. “Queremos seguir escalando en la Liga Endesa, pelear por la primera plaza y en la BCL pasar de grupo para llegar a la Final Four.
A corto y medio plazo, el objetivo es mantenernos en lo más alto”, sentencia.
El Unicaja de Ibon Navarro no se conforma. Con un líder como Alberto Díaz al frente y una plantilla repleta de talento y hambre de gloria, el conjunto malagueño quiere
seguir escribiendo páginas doradas en su historia.