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Libro del corazón

Muerte en el deporte

Entre los deportes que presentaron episodios de MSAD se encuentran el ciclismo, fútbol, carrera a pie, senderismo, pádel, gimnasia y natación.

Publicado: 17/04/2021 ·
17:06
· Actualizado: 24/04/2021 · 15:33
  • Los casos ocurriendo durante retransmisiones ocasiones reacciones contradictorias. -
Autor

José Manuel Revuelta Soba

Catedrático de Cirugía y Profesor Emérito de la Universidad de Cantabria. Ex-Jefe de Cirugía Cardiovacular del Hospital Valdecilla de Santander

Libro del corazón

Descubriendo el interior del corazón humano, órgano maravilloso, fuente de vida e investigación de calidad

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Acaba de publicarse un trabajo científico español, uno de los más relevantes aportados a la literatura especializada internacional, sobre la muerte súbita durante la práctica deportiva. Se ha llevado a cabo en 25 provincias españolas, con una población superior a 23 millones de personas -mitad de la población actual del país-, durante un periodo de 8 años. Los resultados de este análisis proporcionan nuevos hallazgos acerca de esta trágica causa de muerte de personas jóvenes, sanas y deportistas.  https://doi.org/10.1016/j.recesp.2020.09.008

Presenciar la muerte súbita de un deportista, durante un evento retrasmitido en directo por televisión, provoca gran impacto emocional en los espectadores. La consecuencia inmediata es poner en duda los supuestos beneficios del deporte para la salud cardiovascular, por lo que algunos modifican o abandonan su práctica deportiva habitual. A pesar de que la muerte súbita en deportistas tiene una incidencia muy baja (rango: 1/80.000 – 1/100.000 por año), este tipo de noticias generan una percepción exagerada sobre la frecuencia de este accidente. Más de 30 países, entre ellos España, cuentan con un registro nacional de la muerte súbita asociada al deporte (MSAD).

Este artículo de divulgación pretende informar sobre el estado actual de la Ciencia sobre la MSAD.

Perder la vida en movimiento

No existe una definición universalmente aceptada de la MSAD, aunque se considera como “la muerte que aparece de forma inesperada, en una persona aparentemente sana, por causa natural, no traumática ni violenta, cuyos síntomas aparecen durante o dentro de la hora siguiente a la práctica deportiva”.  

En los últimos años, se está prestando mayor atención a esta entidad que puede presentarse no solo entre los deportistas profesionales, sino también en la población general que practica algún tipo de actividad deportiva. En los últimos años, se han publicado 4 artículos epidemiológicos importantes sobre la MSAD, realizados en Francia, Alemania, Australia y España. Hasta la fecha, la publicación científica española es la más completa, al tratarse de un estudio multicéntrico, basado en autopsias forenses realizadas durante un amplio periodo de estudio.

La mayoría de las series publicadas sobre la MSAD hacen referencia a las ocurridas en los deportes de competición, en los que encuentran una incidencia de 1 a 2,5 por 100.000 habitantes/año. Este rango de incidencia es significativamente menor -0,38 casos/100.000 hab./año en España-, en las personas que practican deportes recreativos. Este trabajo español ha encontrado que en las personas mayores de 35 años se triplica esta incidencia, en comparación al grupo de jóvenes deportistas menores de 20 años que practican deportes recreativos. La mayoría de las muertes súbitas han ocurrido en deportistas recreativos (96%), en comparación con los profesionales (4%).

Sorprende que esta trágica muerte se presenta, casi exclusivamente, en hombres (99% de los casos), siendo rarísimo en las mujeres. Puede aducirse que la práctica deportiva es más frecuente entre el sexo masculino, pero, en los últimos años, la mujer se ha incorporado de forma muy destacada en los diversos deportes. Como he señalado en otro artículo de divulgación científica previo, el corazón de la mujer cuenta con una estructura anatómica y funcional muy especial, así como con una sólida barrera hormonal, que le protege de determinadas enfermedades cardiacas, hasta la menopausia.

Desde 1982, en nuestro país, es obligatorio pasar por un reconocimiento médico previo en todos los deportistas federados, que debe incluir una historia clínica completa, antecedentes familiares, electrocardiograma y, ante cualquier sospecha, de una ergometría y estudio Holter de 24-horas. De una incidencia de 3,6/100.000 hab./año, antes de esta normativa, se ha disminuido a 0,38/100.000 hab./año, reducción muy importante en la que han contribuido también otras medidas y avances médicos que se han incorporados en las últimas décadas. Para aquellas personas que practican, con asiduidad, actividades deportivas recreativas apenas existe información general para la prevención de estas inesperadas muertes.

No todos los deportes son iguales

El estudio epidemiológico español puso de manifiesto que el 56% de las MSAD ocurrieron en deportes practicados al aire libre y 44% en instalaciones deportivas cerradas. Entre los deportes que presentaron episodios de MSAD se encuentran el ciclismo, fútbol, carrera a pie, senderismo, pádel, gimnasia y natación.

Los deportes con mayor incidencia de MSAD, en España y Francia, fueron el ciclismo, fútbol, carrera de fondo y senderismo. Los deportes que requieren mayor consumo de oxígeno son el ciclismo y fútbol; además, el ciclismo provoca un mayor incremento de la presión arterial y frecuencia cardiaca. Un factor a tener en cuenta es que el ciclismo es practicado, con asiduidad, por aficionados mayores de 35 años, durante los fines de semana, como ocurre también con las carreras de fondo y el senderismo. Esto no significa que estos saludables deportes resulten peligrosos, sino que determinadas personas con sobrepeso e insuficiente entrenamiento físico deben practicarlos con cuidado y de forma progresiva, para evitar riesgos de lesiones y alteraciones cardiovasculares.

¿Qué origina la muerte súbita en deportistas?

La realidad es que poco sabemos sobre las causas de esta inesperada muerte, generalmente ocurrida en deportistas jóvenes, sanos y fuertes. Las evidencias científicas desencadenantes de la MSAD son muy escasas, en personas que no han sido evaluadas -la inmensa mayoría- mediante un chequeo médico previo a la práctica deportiva.

En algunas personas, la realización de una evaluación cardiológica completa podría aportar una valiosa información sobre la existencia de posibles agentes causales, pero esto ocurre de manera excepcional. Durante el accidente, la obtención de una información útil suele ser prácticamente imposible, con la víctima inconsciente en el suelo, sin pulsos ni movimientos respiratorios. La urgencia, dramatismo y confusión del momento suelen impedir cualquier análisis valioso sobre las posibles causas de la muerte.

Algo parece evidente en estos casos, la muerte súbita ocurre por una arritmia grave del corazón, denominada fibrilación ventricular. Esta alteración del ritmo cardiaco consiste en unos movimientos erráticos irregulares del músculo cardiaco, con ausencia de contracciones efectivas, haciendo totalmente ineficiente el corazón como motor impulsor de la sangre a los órganos y tejidos del cuerpo. En consecuencia, esta interrupción repentina del riego sanguíneo al cerebro, provoca una brusca pérdida del conocimiento, por lo que el deportista cae fulminado al suelo y, en pocos minutos, se produce una parada cardiaca. De no aplicarse una atención adecuada y urgente, la víctima perderá la vida. Tan sólo 5 de cada 100 personas que sufren una MSAD logran recuperarse de forma espontánea, durante su traslado a un centro hospitalario.

En la mayoría de los casos, no se consigue saber la causa predisponente de esta grave arritmia en el contexto deportivo. Sabemos que el deporte produce un incremento de la demanda de oxígeno por parte del organismo -cerebro, corazón, pulmones, músculos, etc.-, mayor estímulo del sistema neurovegetativo, liberación de endorfinas y otras catecolaminas, cambios en el pH en la sangre y la concentración de electrolitos (sodio, potasio, calcio…).

La información científica disponible, aunque insuficiente, pone de manifiesto que la mayoría de las MSAD son atribuibles al corazón (98%). En los deportistas mayores de 35 años, esta arritmia ventricular grave suele estar relacionada con la cardiopatía isquémica o enfermedad de las arterias coronarias (60%) -infarto de miocardio, trombosis, espasmo coronario o anomalías congénitas de las coronarias-.

En ciertos pacientes, tras padecer un infarto de miocardio, el tejido fibroso cicatricial que se crea para reconstruir la zona muscular cardiaca destruida durante la fase aguda del infarto, puede contener en su interior algunas fibras de miocardio sano que siguen conduciendo la electricidad generada por el propio corazón. Estos canales anómalos, conductores de electricidad, pueden llegar a ocasionar unos circuitos eléctricos anómalos que favorecen la existencia de las reentradas eléctricas; para entendernos, una corriente eléctrica desordenada que, en determinadas ocasiones, pueden ser favorecidas por una intensa actividad deportiva y/o emocional, induciendo una taquicardia ventricular, promovedora de la temible fibrilación ventricular, antesala de la muerte.

Aproximadamente, un 40% de las posibles causas conocidas de MSAD son debidas a enfermedad del músculo cardiaco. En los deportistas menores de 35 años, las causas principales de muerte súbita suelen tener origen congénito. Se tratan de enfermedades del miocardio -miocardiopatías-, como la denominada miocardiopatía arritmiogénica del ventrículo derecho, en la que el músculo del corazón se va progresivamente sustituyendo por grasa -tejido adiposo-, de forma que el deporte intensivo puede ser inductor de arritmias -fibrilación ventricular-.

Por otro lado, los estudios científicos recientes confirman la sospecha, que se tenía hace algún tiempo, de que la miocardiopatía hipertrófica puede constituir la causa de MSAD en deportistas jóvenes. Esta miocardiopatía se caracteriza por el aumento progresivo del grosor de las paredes del corazón -hipertrofia ventricular- que dificulta la salida de sangre de las cavidades cardiacas, incrementando el trabajo del miocardio para poder bombear la cantidad adecuada de sangre, lo que a su vez conlleva una mayor hipertrofia ventricular.

En este estudio español sobre la MSAD, se reportó que solamente en un 10% de los casos existía información sobre la existencia de una enfermedad cardiaca previa, en otro 10% se constataban la presencia de síntomas previos -palpitaciones, dolor torácico, pérdidas de conocimiento- y en 20% existían antecedentes familiares de enfermedades del corazón.

Un hallazgo sorprendente fue encontrar, en el 7% de las autopsias de los fallecidos, determinadas sustancias cardiotóxicas, como marihuana -cannabis-, cocaína -drogas que pueden producir arritmias y otros problemas cardiacos-, alcoholismo y trazas de algunos fármacos que producen arritmias ventriculares graves.

El mejor salvavidas

La MSAD suele presentarse rodeada de testigos sorprendidos quienes, habitualmente, tratan de reanimar a la víctima, sin medios ni conocimientos suficientes para tener éxito con sus maniobras de resucitación. En otras ocasiones, estos accidentes tienen lugar en instalaciones deportivas con medios apropiados y personal formado para tratar con eficacia estos episodios de fibrilación ventricular y/o parada cardiaca.

Los primeros 5 minutos tras una parada cardiorrespiratoria son vitales, por lo que se debe actuar con rapidez y seguridad. Debe tenerse en cuenta que intentar resucitar a la víctima es imprescindible para poder salvar su vida.

En caso de que nos encontremos en el lugar de una MSAD ¿qué debemos hacer?

PASO 1 - Llamar al teléfono 112

Inmediatamente llamar al servicio de emergencias, cuyo teléfono gratuito es el 112. De esta forma, mientras atendemos a la víctima, se estarán movilizando las unidades de urgencias más cercanas.

PASO 2 – Verificar que se trata de una parada cardiorrespiratoria

Si la víctima no muestra ninguna reacción ante nuestra llamada, pellizcos o movimientos, pasaremos a verificar su respiración. Le practicaremos la maniobra frente-mentón, consistente en poner su frente hacia atrás y tirar de la mandíbula de abajo hacia arriba y nos acercaremos para comprobar si respira. Si no lo hace, posiblemente presentará una fibrilación ventricular o parada cardiaca.

PASO 3 – Conectar el desfibrilador externo automático (DEA)

Cuando se dispone de un DEA, seguir a las indicaciones claramente señaladas en el aparato. Descubrir el pecho de la víctima y ponerle las pegatinas según se muestra en los dibujos. El DEA verificará el ritmo cardíaco del deportista y actuará automáticamente, según se trate de una fibrilación ventricular o una parada cardiaca.

PASO 4 -  Realizar la reanimación cardiopulmonar

Con el DEA conectado, comenzaremos el masaje cardiopulmonar, que se da en el centro del pecho. Poniendo una mano sobre la otra, con los codos sin flexionar para hacer más presión, daremos 30 compresiones y 2 respiraciones “boca a boca” con la nariz comprimida.

PASO 5 – Descarga del DEA

El propio DEA avisará de que paremos y nos separemos de la víctima para verificar su ritmo cardiaco y comenzará la descarga. La victima hará un movimiento brusco por el choque eléctrico y el DEA nos indicará que sigamos con el proceso si no hay mejoría. Tendremos que repetir esta parte hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Siempre nos quedará la duda de si debemos usar el DEA. De hecho, el artículo 20 del Código Penal explica que podemos infringir un deber siempre y cuando el objetivo sea evitar un mal mayor, en estos casos, salvar la vida de una persona.

La Ley del Buen Samaritano es un acto jurídico de protección legal de las personas que deciden atender a otros que están heridos o enfermos en peligro, vigente en la legislación norteamericana, destinada a animar a que se ayude siempre a la víctima, sin miedo a ser demandado o juzgado por lesiones no intencionales o muerte por negligencia. En Canadá, esta doctrina es un principio jurídico que preserva de cualquier tipo de demanda judicial a toda persona que voluntariamente ha ayudado a una víctima en peligro.

De nuevo, ARIADNA ayudando

La antigua mitología griega cuenta que Ariadna -hija del Minos, legendario rey de Creta y fundador de la civilización minoica, tierra del temible dios Zeus-, enamorada de Teseo, le proporcionó un gran ovillo de hilo con el que el héroe logró salir del laberinto, donde debió penetrar para dar muerte al Minotauro, requisito imprescindible para poder casarse con ella.       

ARIADNA es un programa, propiciado por la Fundación Española del Corazón y la Cruz Roja Española, para localizar fácilmente donde existen desfibriladores (DEA), disponible en:

https://fundaciondelcorazon.com/corazon-facil/apps/3259-ariadna.html

Se trata de un mapa colaborativo de desfibriladores (DEA) en España que busca facilitar a cualquier ciudadano localizarlos, aprovechando la aplicación Ariadna.App

Además de los voluntarios formados en reanimación cardiopulmonar, cualquier persona puede prestar su ayuda subiendo, por geolocalización, la ubicación de los DEA disponibles en espacios públicos o privados. Este programa puede ser instalado gratuitamente en el teléfono móvil, e informarnos del DEA más cercano al lugar donde ha ocurrido una MSAD.

 

“A noche oscura, linterna clara” – Refrán español

  • La práctica deportiva es una actividad cardiosaludable, como se ha demostrado en múltiples trabajos científicos, por lo que es altamente recomendable.
  • Parece aconsejable que las personas que realizan deportes recreativos consulten a su médico de familia, particularmente si ha padecido alguna enfermedad del corazón y/o tienen antecedentes familiares de cardiopatías.
  • La MSAD es una cruda realidad que puede ocurrir en profesionales del deporte o en aficionados, en personas sanas, jóvenes y fuertes, durante el transcurso del deporte o hasta una hora después.
  • La incidencia de la MSAD es realmente muy baja, aunque el impacto emocional es enorme en los espectadores y, en especial, en los familiares y amigos de la víctima.
  • La información sobre sus causas y factores desencadenantes es aún escasa, a pesar de la mayor atención que se está prestado a este serio problema, fundamentalmente de origen cardiaco.
  • Las medidas preventivas para reducir su incidencia son el reconocimiento médico antes de iniciar cualquier deporte de forma habitual y, por parte de la población general, contar con una formación básica en maniobras de resucitación cardiopulmonar y la utilización y localización de los desfibriladores externos automáticos.
  • En el futuro, debería profundizarse en el conocimiento científico de los posibles factores asociados a la herencia genética, miocardiopatías y trastornos del ritmo cardiaco o arritmias malignas.
  • La moderna Cardiología y su rama Electrofisiología están descubriendo nuestras vías para lograr controlar esta rara, siniestra y sorprendente muerte.

 

 

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