La gastronomía jerezana volverá a estar presente en la quinta edición de Masterchef de la mano del banderillero y tonelero jerezano José María Copano, quien a sus 31 años aspira a profesionalizarse en el mundo de los fogones y a salir por la puerta grande del talent show culinario por excelencia que Televisión Española estrenó el pasado domingo. Tras la victoria de su paisana Virginia Naranjo el pasado año, en el que además hubo presencia de esta ciudad por partida doble gracias también a su hermana gemela Raquel, que se quedó a las puertas de la final, su elaboración de “Bacalao con crema de espárragos con patatas panaderas” convenció al jurado para recibir uno de los 16 cotizados delantales que garantizan su estancia en el concurso.
José María, o Joselito como le gusta que le llamen, es el pequeño de nueve hermanos, hijos de un padre matador de toros, que sembró en varios de ellos su pasión por lo taurino, lo que hizo que nuestro aspirante con el tiempo se convirtiera en banderillero. En la actualidad, compatibiliza los toros con su trabajo como tonelero, forjando las barricas que después albergarán el vino de Jerez. Casado con su novia de toda la vida y padre de un bebé, es precisamente de su mujer de quien ha aprendido lo que sabe de cocina y quien ha sido su principal maestra. Fue ella quien le acompañó en el cocinado del plato que le dio su paso al concurso entre los 50 últimos aspirantes. A ella le reconoció que no estaba “nada nervioso” mientras daba los últimos retoques a su plato. Como él mismo explica en su vídeo de presentación, cree que ha llegado la hora de tomarse en serio estos conocimientos y busca en Masterchef una nueva salida profesional como chef que le permita mantener a su familia, lejos de las barricas y de los toros.
“Espero que me cambie la vida, como ya me está cambiando, y que pueda conseguir metas que ahora mismo a lo mejor ni se me pasan por la cabeza; conseguir ser conocido en el mundo de la cocina y que me den el huequecito por ahí. Quiero llegar a lograr altas metas ya que no lo he conseguido en las otras profesiones; a mí me gustaría vivir de esto.”, explicaba después de que Pepe Rodríguez le entregara el delantal no sin antes atreverse con varios capotazos, los mismos que multiplicó el jerezano para celebrar su entrada en el concurso. “Yo quiero que un torero de plata se convierta en un torero de oro; así que por la puerta grande no por la de la enfermería. Pero te vamos a exigir ¿eh?”, le dijo. De momento, tras su selección, el banderillero ya ha superado la primera prueba de exteriores, de la que su equipo salió airoso, lo que le libró de ser candidato a la eliminación.
Tras la expulsión de Jordi, a Copano le quedan todavía 14 contrincantes a los que enfrentarse en un programa que no ha hecho más que empezar y en el que puede coincidir con Virginia Naranjo, que volverá a las cocinas pero ya como veterana.