La salida de la Hermandad del Prendimiento desde la iglesia de Santiago constituyó el principal atractivo de la jornada del Miércoles Santo. La cofradía pudo procesionar desde su templo doce años después de haberlo hecho por última vez y tras un exilio forzoso que le ha llevado a salir desde la basílica de la Merced o la capilla del antiguo asilo de San José.

La Hermandad del Prendimiento partió de Santiago a las seis y media de la tarde, siendo la última en incorporarse a una jornada que ya había abierto el Soberano Poder en la barriada de La Granja. Además de la salida desde la que ha sido siempre su sede, la cofradía transitó por calles poco habituales en su recorrido, como Nueva o Cantarería.

El paso de misterio, comandado por Juan Montero, fue acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista, de Sevilla. Al frente del palio del Desamparo estuvo Ildefonso Rubio, mientras que la música corrió por cuenta de la Banda del Nazareno, de Rota.

Como ha quedado dicho, el Miércoles Santo comenzó a las tres de la tarde en la parroquia Santa María Madre de la Iglesia. El calor se convirtió en esta ocasión en el gran obstáculo que debieron superar los nazarenos de la Hermandad del Soberano Poder, que es la que recorre una mayor distancia de todas cuantas integran la nómina de la Semana Santa de Jerez.

Sin embargo, la cofradía suele cuidar mucho este aspecto, facilitando la hidratación de sus hermanos, que cuentan incluso con el apoyo de sanitarios para cubrir tan prolongado itinerario. El paso del Señor del Soberano Poder presentó nuevos trabajos de dorado, que se encuentra ya prácticamente finalizado. La imagen de Ramos Corona contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical de la Sentencia.

A las cinco menos diez se abrieron las puertas de la capilla de Santa Marta -en el barrio de San Mateo- para que hicieran su salida el Cristo de la Caridad y Madre de Dios del Patrocinio y poco después -a muy pocos metros- harían lo propio las de la iglesia de San Lucas, desde donde partió la Hermandad de las Tres Caídas. En ningún caso se apreciaron grandes novedades con respecto a años anteriores, siendo destacable el repertorio que la Banda de Música de Gerena ofreció a la Virgen de los Dolores.

La Hermandad del Consuelo partió de su capilla del Pelirón a las cinco de la tarde. En este caso, la imagen de la Santísima Virgen estrenó una corona realizada por el orfebre jerezano Ildefonso Oñate y ofrecida por el grupo joven de una cofradía que desde hace algunos años presenta también en la calle al Señor del Amparo. Ambos pasos estrenaron el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores Amor y Sacrificio, de Lebrija; y de la Banda de Música Fernando Guerrero, de Los Palacios.

La parroquia de los Descalzos es cita ineludible en la tarde del Miércoles Santo. A las seis de la tarde inició su salida la Hermandad de la Amargura, una de las clásicas de la Semana Mayor jerezana. Un año más destacó el caminar costalero de ambos pasos, sobresaliendo la sobriedad del paso de misterio del Señor de la Flagelación, acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de la Vera Cruz, de Los Palacios. El paso de palio de la Virgen de la Amargura, comandado por Francisco Yesa, contó con el aporte musical de la Banda Julián Cerdán, de Sanlúcar de Barrameda.