Valverde fue condenado tras agredir a su suegro, cuñado e hija, y secuestrar a su ex mujer
Antonio Valverde Mancilla, interno del centro penitenciario de Botafuegos condenado a 15 años de cárcel, comunicó a este diario en los últimos días su intención de comenzar un ayuno voluntario.
Valverde Mancilla, de 44 años, manifestó en una comunicación directa por carta a este medio su intención de iniciar esta medida el pasado 19 de marzo. El preso indicó que puso en conocimiento del juzgado que instruyó el caso la medida que pensaba tomar, “para que cada día que pase sin comer sea su remordimiento” y les lanzó un mensaje indirecto en el que afirma que “si dicen la verdad, viviré. De lo contrario, sus deseos se verán cumplidos, pues no deseo salir y convertirme en lo que nunca he sido ni seré”.
No obstante, fuentes penitenciarias han afirmado que no tienen constatación de que el reo esté rehusando ser alimentado. Es más, a fecha de ayer había otros dos internos en huelga de hambre en Botafuegos por diferentes motivos, uno de los cuales cesó de su iniciativa durante la jornada.
El preso fue detenido el 4 de diciembre de 2007 tras ser hallado en una zona boscosa de la Serranía del Cobre, alejada del casco urbano y de difícil acceso, en compañía de su ex mujer, quien declaró a los agentes que se encontraba allí en contra de su voluntad. El 15 de noviembre de aquel mismo año, Valverde Mancilla, tras permanecer oculto en unos arbustos cerca de la calle Pastora, de la barriada de La Juliana, se adentró en la vivienda de su suegro, pese a que sobre él pesaba una orden de alejamiento.
El ahora condenado golpeó, utilizando una tubería metálica, al padre de su ex mujer, a quien causó al menos siete fracturas oseas, a su cuñado y a su propia hija, a la que tuvieron que poner 40 puntos de sutura en la cabeza. Los dos primeros tuvieron que ser ingresados de urgencia en el hospital Punta de Europa con pronóstico muy grave. El hombre araña negó que la muerte posterior de su suegro, de avanzada edad, tuviese algo que ver con las graves heridas que le causó con la agresión.
Según indicó el propio acusado, este permaneció “casi un año sin más defensa que mi propia voz”, alegó que se contaron mentiras sobre él “al menos en las tres cuartas partes” del proceso judicial”. Actualmente, Valverde Mancilla permanece como interno preventivo afirma padecer de hepatitis crónica y ha recaído en la droga recientemente.