El diputado nacional del Partido Popular José Ignacio Landaluce, se ha mostrado esperanzado en que la reunión con el ministro de Fomento, José Blanco, que mañana tiene previsto llevar a cabo una vez terminen la sesión plenaria y votaciones en el Congreso, despeje algunas dudas respecto al futuro de alguna de las infraestructuras más importantes para la ciudad pendientes de adjudicación y, por tanto, de ejecución.

La primera de las cuestiones que Landaluce abordará con el titular de Fomento es la necesidad urgente de licitar el primer tramo de la modernización de la línea férrea entre Algeciras y La Almoraima, primer tramo del trazado que une nuestra ciudad con la capital, Madrid. Blanco, ha explicado el diputado popular, “conoce sobradamente la situación que provoca la falta de actuación en este tramo, y me consta su preocupación al respecto”. “A los dos nos preocupa, ha señalado Landaluce esta misma mañana, pero es él quien se ocupa de llevarlo a cabo”.

El segundo de los temas que el también alcalde de Algeciras tratará con Blanco son los plazos para la licitación de la duplicación de la N-340 entre Algeciras y Tarifa. Se trata, a juicio de Landaluce, de una solución aceptable, toda vez que la actual situación económica impide a corto plazo la ejecución de la autovía que se había previsto en principio.

Por tanto, estamos a la espera de conocer cuándo y por qué importe se va a licitar esta obra, ya que si renunciamos a la construcción del tramo de autovía es para poder contar con la duplicación en el menor plazo de tiempo posible, siempre después de haber valorado que la duplicación también se convertirá en una herramienta útil para incrementar el nivel de seguridad vial en este tramo de carretera y para permitir acabar con los problemas de tráfico que se repiten año tras año, sobre todo durante el periodo veraniego.

Son cuestiones lo suficientemente importantes como para permanecer inquietos a la hora de conocer respuestas a las lógicas reivindicaciones que Algeciras necesita para poder sacar todo el partido y rentabilidad al potencial de la ciudad, sobre todo para el Puerto, principal afectado del aislamiento al que está sometida Algeciras por carretera y por ferrocarril.