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Ecclesia: “Todas las travestis que salen de Jerez tienen ese punto folclórico”

Para este joven portorealeño el drag es un acto de liberación que emerge con pasión y creatividad cada vez que sube a un escenario

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  • Jonan Vías consiguió el primer premio en el concurso de drag celebrado en ‘Kings&Queens Nightclub’. -

Creció viendo con su abuela el programa Se llama copla, de pequeño le ponían las canciones de Lola Flores y Rocío Jurado, de ahí nace el punto folclórico de Jonan Vías que se refleja en su alter ego artístico, Ecclesia. Para este joven portorealeño el drag es un acto de liberación que emerge con pasión y creatividad cada vez que sube a un escenario. El último le valió para hacerse con el primer puesto del concurso de drag queen Kings and Queens de Cádiz. Ahora, tiene un objetivo, seguir desarrollando su faceta más trasgresora.

 

¿Qué es para ti el drag?

–Cada travesti tiene su propia concepción de qué es, pero para mí es una pequeña liberación de como soy yo fuera del drag, una persona con sobrepeso, y pese a que voy por la calle no soy el centro de atención, siempre estoy preocupado por mi cuerpo. Cuando estoy travestida sobresalgo, me siento más cómodo con mi cuerpo y puedo expresar ese atractivo que a veces siento que no tengo.

¿Cómo surge  Ecclesia?

–Fue a raíz de mi pareja, él me enseñó el programa de Drag Race, también se sentía muy cómodo llevando pelucas y ropa extravagante y vi un mundo diferente. Estuve probando, aprendí a maquillarme porque no tenía ni idea y me lancé.

Aunque llevas poco tiempo en el drag, ya has ganado un concurso, ¿cómo viviste la final?

–No estuve muy nerviosa, en la semifinal sí porque me tuve que enfrentar a mi pareja y a mi cuñado y había mucho nivel, la final la tuve más asimilada. Esa misma mañana compré en el mercadillo tela y me hice mi propio hábito de monja, porque en el espectáculo representaba el paso de una monja hasta convertirse en demonio. Mi drag está inspirado en la imaginería sacra.

¿Has recibido críticas por inspirarte en la imaginería sacra para hacer drag?

–De momento, no. Aunque soy consciente que puedo recibir críticas, al principio tuve un poco de miedo porque mi padre es cristiano, aunque no practicante, y no sabía qué iba a pensar, pero no sólo se lo tomó bien, sino que le encantó. Fue hace unos años cuando vi la actuación que se hizo en Gran Canaria lo que me llevó a constuir a Eclessia de esta manera.

¿Qué es lo que tiene que tener una drag para ser buena y reconocida?

–Destacar en algo, ser diferente, ya sea en coreografías, tener carisma a la hora de estar delante del público y tener la capacidad de entretener. Hay otras que son todoterreno, pero siempre está bien conocer y saber cuáles son tus puntos fuertes y explotarlos.

¿Siempre está presente en el mundo drag ese punto folclórico?

–Bueno, todas las travestis que salen de Jerez tienen ese punto folclórico. De pequeño yo veía con mi abuela el porgrama Se llama copla y también escuchaba a Lola Flores y Rocío Jurado.

¿A quién admiras?

–Yo me considero una mariquita petarda, a mi el drag americano me flipa, pero me di cuenta que el drag español es muy bueno, como por ejemplo Extravaganza, una drag plus size que con su sentido del humor consiguió ser finalista en Drag Race España.

¿Crees que hacer drag es todo un acto político?

–Es que el simple hecho de ser un hombre cis gay es política, y el hecho de ser un maricón pintado es pura política, es romper con la percepción de género, con los estereotipos.  Es romper barreras hacia las críticas del mundo, hacia el juicio de los demás.

¿Veremos en un futuro más espectáculos drags fuera de las salas de ambiente?

–Precisamente hace unos días me habló Deena Citrón para contarme que actuaría en la sala La Comedia en Jerez, que no es de ambiente, y me pareció un paso enorme que nunca se había visto. Este tipo de actuaciones se están volviendo más mainstream lo que conlleva a tener plataformas nuevas y diferentes que no sean un pequeño club retirado de todo. ¿Qué es lo que menos te gusta del drag?

–Quizás la eterna comparación y competencia que hay entre compañeras, aunque siempre te apoyan y si dices que vas hacerlo son las primeras en incentivarte, pero aún así siempre ves a las travestis que están a tu alrededor y piensan en la que está más delgada. La escena artística en el drag se agudiza un poco.

¿Y algo que creas que falte?

–Creo que las drag kings están muy invisibilizadas, el componente paralelo a las drag queen, mujeres u hombres cis que hacen una representación absurda de la masculidad homosexualizada y homoerótica del hombre.

¿También se tiene en cuenta en el drag la normatividad de los cuerpos?

–Puede ser que para un bolo busquen exclusivamente una drag humorista o algo parecido, travestis plus size, pero creo que hay más posibilidades que llamen a una travesti guapa, delgada, que use vestidos cortos, más normativa que quizás otras que hagan un drag más abstracto como el drag king.

¿Has sufrido disforia de género por el drag?

–Yo, no. Soy un hombre cis bastante deconstruido y me siento muy cómoda con lo que hago, no he sufrido disforia en ningún momento.

Después del éxito que está teniendo Drag Race en España, ¿te presentarías a la próxima edición?

–Quizás en un par de años, aún es pronto, ahora quiero mejorar, intento compaginarlo todo, pero no dejo de pensar en próximas actuaciones. Soy muy cabezota y aunque me digan que no me tengo que complicar demasiado, no paro de darle vueltas, pienso en looks nuevos, tengo un fondo de armario bastante curioso.

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