Más de 300 personas han recreado este fin de semana en el municipio de las Navas de Tolosa la batalla que hace ocho siglos fue determinante para la reconquista de Al-Andalus a los almohades por los cristianos.
Allá por los días 14 y 15 de julio de 1212 ya estan dispuestos en el campo de batalla entre 50.000 y 120.000 musulmanes dirigidos por el califa, llamado Miramamolí, que moriría un año después de la derrota; y entre 20.000 y 75.000 cruzados franceses, tropas aragonesas, catalanas, navarras, templarios, de los reinos de Castilla y Portugal, además de maestros del Temple y de San Juan.
Los cristianos aparcaron entonces su propias disputas territoriales, respondiendo a la llamada a la cruzada contra los almohades del Papa Inocencio III y aún con la gran derrota de la Batalla de Alarcos en la mente, hacía apenas 20 años, en la que Alfonso VIII no quiso esperar refuerzos cristianos.
Como entonces, este fin de semana se han reunido en el lugar de la Batalla de las Navas recreadores medievales de Pamplona, Córdoba, Madrid, Granada, Jaén (Alcaudete) o León.
Juegos y gastronomía de la época, los rezos de las tropas musulmanas antes de la balla, luchas cuerpo a cuerpo, disparos de flechas y cetrería han originado un paisaje paralelo a la recreación de la Batalla de las Navas de Tolosa, que en estos días trasladan a los visitantes de la pedanía jienense a la efemérides de 1212. Aún hoy se pueden oír de nuevo ecos de la lucha en la entrada de Andalucía por Despeñaperros.
El ‘Himno de Navas de Tolosa’
El catedrático de Música por la Universidad de Jaén, Pedro Jiménez Cavallé, dirigió este fin de semana, en Navas de Tolosa, un concierto de música con la Banda Municipal de Jaén. El concierto se abrió con el ‘Himno de Navas de Tolosa’, obra de Pedro Jiménez Cavallé, que además de componerlo para piano tuvo, más tarde, que instrumentarlo. La letra del himno ha sido compuesta por el cronista oficial de Jaén,
Vicente Oya, y fue interpretada a varias voces para cerrar el concierto.
“Ocho siglos de historia se fueron” dice su letra, que evoca a los dos bandos, los moros y cristianos, y sus haceres en la contienda.