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Huelva

Asaja-Huelva aplaude la flexibilización en las normas de la PAC pero pide más medidas

Explica que las medidas de liberalización que afectan al cultivo del girasol "benefician a los agricultores" aunque "en Huelva nos ha cogido un poco tarde"

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  • Cultivo. -

El representante de Asaja-Huelva, Félix Sanz, ha asegurado que la flexibilización en las normas de la PAC, evidentemente, benefician a los agricultores", pero ha reclamado que "esas medidas vengan acompañadas de otras" que permitan "una mayor rentabilidad del producto".

En declaraciones a Europa Press, Sanz ha valorado que las medidas de liberalización que se ha implementado a través de la PAC y que afectan al cultivo del girasol "benefician a los agricultores", ya que "cuanto más flexibles sean y más posibilidades tenga el agricultor de producir más, obviamente mejor será para el agricultor".

Pero, según ha explicado el representante de Asaja-Huelva "lo que sí es importante es que esas medidas que están implementando vayan acompañadas de otras que permitan que el cultivo sea más rentable", porque "sí que es verdad que el precio de venta del girasol es más alto, pero también lo son los costes de producción".

Las consecuencias de la guerra en Ucrania ha provocado un riesgo de desabastecimiento, por ello, Comisión Europea liberalizó el pasado 25 de marzo los barbechos, para que los agricultores pudieran utilizar esas tierras sin que ello les penalice a la hora de acceder al pago verde (greening) de este año.

En consecuencia, el Gobierno de España se sumó a la propuesta y ha adoptado esta norma europea dentro del real decreto-ley de medidas urgentes del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania, cuyo objetivo es "compensar la pérdida de productos que habitualmente se importan de Ucrania", y que principalmente son el girasol y el maíz.

No obstante, a juicio del representante de Asaja-Huelva, la medida "ha salido muy tarde, y muchos agricultores no han podido hacer las labores necesarias en su momento, no tenían previsión, no había semillas suficientes para poder incrementar esas hectáreas permitidas", por tanto, "es una medida que efectivamente puede ser beneficiosa, pero ya de cara al año que viene, con toda la información, pudiendo hacer el acopio de semillas y la planificación pertinente para el cultivo", advierte Sanz.

"El incremento de hectáreas de cultivo de girasol ronda las 1.000, que no es demasiado. Bien es cierto que estamos en un año seco y que, aunque llegaron las aguas de abril, hubo que esperar para sembrar para que el terreno estuviera apto para el cultivo, con lo cual en Huelva nos ha cogido un poco tarde", ha explicado Víctor Minero, técnico de Política Agraria Común de Asaja-Huelva.

En cualquier caso, el incremento varía bastante según la zona de Huelva, de hecho, según ha detallado Minero, "va aumentando en la zona de la Campiña", pero la cantidad de hectáreas de girasol que suele cultivarse en un año normal ronda las 15.000 hectáreas mientras que el extensivo en general no alcanza las 40.000.

"Sí que es cierto que, a pesar de no contar con una cantidad muy elevada de hectáreas de extensivo, estas son muy productivas y cuando se dan las condiciones, dan muy buenas producciones, con gran calidad", ha finalizado Félix Sanz.

HECTÁREAS DE GIRASOL

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha avanzado que el 73 por ciento de las hectáreas liberalizadas de interés ecológico dedicadas a barbecho de la provincia de Huelva se están destinando al cultivo del girasol. Es decir, de las 1.230 hectáreas, en 900 de ellas se ha plantado este tipo de cultivo.

Aunque la cifra es inferior con respecto a otras provincias, el porcentaje de las hectáreas de girasol con respecto a las totales de barbecho sí supera a la media andaluza actual, ya que en toda la región se ha puesto ya en producción alrededor de 35.740 hectáreas (53 por ciento) de las 66.000 hectáreas que, en base a los criterios de la Política Agraria Común (PAC), se consideraban de interés ecológico y, por tanto, debían quedar en barbecho para que los titulares de las explotaciones pudieran acceder a las ayudas europeas. De esta superficie, más de 25.800 hectáreas se corresponden con girasol y el resto con diversos cereales.

El pasado año, según datos de la Consejería, en 2021 se dedicaron a este cultivo 15.227 hectáreas en la provincia, que generaron 24.363 toneladas.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha valorado a través de un comunicado "el gran esfuerzo que están realizando los agricultores y ganaderos andaluces en los últimos años para seguir llevando a los mercados alimentos saludables con gran calidad y sabor a pesar de las complicadas circunstancias", y ha apuntado la necesidad de seguir apoyando a "un sector fundamental para la economía de Andalucía, ya que tiene una gran capacidad para generar riqueza y empleo y fijar la población a las zonas rurales".

Al respecto, Crespo ha apuntado que ayer, durante su participación en la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios, solicitó al Ministerio que interceda ante las instituciones europeas para que en 2023 se continúe eximiendo a los agricultores de la obligatoriedad de mantener ciertas tierras en barbecho para poder cobrar las ayudas de la PAC, como se ha aprobado para el año 2022.

"La puesta en producción de estos campos puede contribuir en gran medida a avanzar hacia la necesaria suficiencia alimentaria de Europa", ha comentado la consejera andaluza, que también ha abogado por la activación de incentivos que "animen a los agricultores a aprovechar las cerca de 300.000 hectáreas que, por un motivo u otro, aún se encuentran sin cultivar en Andalucía".

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