El candidato del PSOE a la Moncloa, Pedro Sánchez, ha dicho este domingo que él es un "político limpio, que dirige un partido limpio y que aspira a gobernar un gobierno limpio" y que "quien se cruce en ese propósito ya sabe lo que le espera: tarjeta roja directa".
Sánchez, que ha levantado de sus asientos con esta promesa a los más de 4.000 militantes socialistas que abarrotaban el polideportivo Magariños de Madrid, ha sostenido que España "no podrá pasar página de la corrupción hasta que el PP de Bárcenas, Rato, Granados y Rajoy no pase a la oposición para renovarse y regenerarse".
"El PP debe perder las elecciones por regeneración y limpieza democrática también", ha señalado el candidato socialista, que ha reconocido que la corrupción "no ha afectado solo al PP", pero ha hecho hincapié en que el partido de Mariano Rajoy "la sufre de forma sistémica en todos los territorios".
"De Bárcenas a Granados, pasando por Rato; de Madrid a Baleares, pasando por Valencia y la misma sede de Génova, el edifico del PP se resquebraja por la aluminosis de la corrupción", ha criticado el líder socialista, que se ha comprometido a enfrentar la corrupción con "normas legales", poniéndoselo "cada vez más difícil a los que quieren traicionar la confianza de los ciudadanos" y aportando medios a los que la persiguen.
Tras incidir en que la exigencia ética de los partidos debe ser "intachable", ha subrayado que el PSOE es el partido más transparente de España según Transparencia Internacional y ha recordado que los socialistas han sido "a veces criticados por exigir responsabilidades más allá del Código Ético" a miembros de su partido.