Elvira Moreno, vecina de La Riba de Saelices (Guadalajara) que ha testificado este martes en la segunda jornada del juicio por el incendio de Guadalajara, ha indicado que uno de los tres acusados, M.H.S., admitió que lo ocurrido había sido culpa suya y que se le había ido "de las manos".
Moreno ha explicado que cuando vio el fuego acudió de inmediato al lugar y empezó a regañar a los excursionistas, momento en que M.H.S., al que ha señalado como la persona que hacía la barbacoa, le dijo que no se metiera con los demás porque lo ocurrido había sido culpa suya.
La mujer ha señalado que ese día la sensación térmica era de unos 40 grados y había rachas de viento, algo en lo que también ha coincidido el exalcalde de La Riba, José Luis Samper, que ha afirmado que hacer fuego con las condiciones meteorológicas de ese día era una "temeridad".
Samper ha dicho que unos días antes al del incendio había ido a desbrozar la vegetación de la zona, pese a no ser esa una competencia suya, aunque ha relatado que justo al lado de la barbacoa había un campo de labor que se acababa de cosechar.
Como testigos de la defensa ha comparecido durante esta jornada el capataz del retén de Cogolludo, Santiago Gamo, que ha explicado que la zona no estaba desbrozada y que incluso había hierbas en la barbacoa, de donde salió el fuego dirección a los rastrojos para más tarde recorrer el monte bajo.
Algo que ha ratificado Dionisio López, auxiliar técnico que participó en la extinción, que ha dicho que no recordaba ver limpia la zona y ha incidido en que en esas condiciones y con el calor que hacía la propagación del fuego fue mayor. Además, ha confesado que en esa situación, cuando se produce un incendio, "es imposible" que unas cuantas personas puedan apagarlo.
Durante esta segunda jornada del juicio, que ha comenzado a las 9.00 horas, declararán ocho testigos, doce peritos y dos guardias civiles.