El tiempo en: Ronda
Publicidad Ai

España

Sevilla se enorgullece del legado de la Expo'92 veinte años después

Supuso la mayor construcción pública europea en esa década

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • La Expo, pasado y futuro -
La Exposición Universal de Sevilla de 1992 dejó un legado urbano y un cambio de mentalidad en la ciudad del que, veinte años después, se sienten orgullosos la mayoría de dirigentes políticos, profesionales de diferentes ámbitos y asociaciones ciudadanas consultados por Efe.

Nadie duda del éxito de la Expo'92, que estuvo 176 días abierta al público, recibió 40 millones de visitas y supuso la mayor construcción pública europea en esa década, con una inversión de unos 4.000 millones de euros en infraestructuras sobre el entorno y en una superficie hasta entonces agrícola de 215 hectáreas.

A pesar del orgullo por la reutilización de los pabellones y las infraestructuras legadas a la ciudad (el AVE, autovías y puentes, entre otras), el vigésimo aniversario de la Expo, que se cumple el 20 de abril, está pasando casi desapercibido en la ciudad, con actos aislados, mientras que el Ayuntamiento anunciará su programa la próxima semana.

Uno de los actos será el 19 de abril con un homenaje de Radio Sevilla al expresidente del Gobierno Felipe González por su "contribución decisiva" para la Expo, al que se prevé la asistencia de autoridades regionales y locales.

Tras la Expo han sido numerosas las críticas sobre el aprovechamiento posterior del recinto y por derribar pabellones como el del Vaticano, así como por mantener otros aún sin uso, entre ellos el del Futuro, como reconoce Isaías Pérez Saldaña, el presidente de Cartuja'93, la sociedad que gestiona el parque científico y tecnológico creado en el recinto de la Expo.

"Hay quienes siguen empeñados en convertirla en una isla de jaramagos, nada más distante de la realidad", ha enfatizado Saldaña tras subrayar que su principal problema es el aparcamiento por las 377 empresas y entidades instaladas en la zona con casi 16.000 empleados, la mayoría licenciados y doctores (el 52 % mujeres), que facturan al año 2.000 millones de euros en I+D+i y crecen por encima del 4,5 % anual a pesar de la crisis.

Cuando se hizo la Expo estaba previsto que se reutilizaran el 30 % de los 150 pabellones construidos de países europeos, americanos, asiáticos, africanos, de Oceanía, de comunidades autónomas, de organismos internacionales y de empresas.

Desde que la Expo acabó, ha subrayado Saldaña, se han reutilizado el 66 % de los pabellones, y ha agregado que sólo este año se prevén abrir ocho nuevos centros, entre ellos un hospital para tratar el cáncer sin usar técnicas "invasivas", mientras que se construye el rascacielos de Pelli en el solar del pabellón de los Descubrimientos, que no se llegó a abrir porque se incendió poco antes de la inauguración.

De la misma opinión sobre el aprovechamiento de la Expo son el comisario de la muestra, Emilio Cassinello o el presidente de la Academia de Ciencias Sociales y Medio Ambiente de Andalucía y exconsejero socialista de Educación, Antonio Pascual.

El decano del Colegio de Arquitectos de Sevilla, Ángel del Río, sostiene que se han "cumplido ampliamente las expectativas" de reutilización de la Expo, lo que otras ciudades con muestras similares "aún están intentando solucionar".

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), matiza que el aprovechamiento tuvo que ser más rápido, pero alaba el parque tecnológico y científico creado en la Cartuja y puntualiza: "Si hay alguien que tiene la imagen de una zona abandonada y que al final no se le sacó partido, no coincide con la realidad".

Otro aspecto resaltado por las distintas fuentes consultadas es el cambio de mentalidad que la Expo supuso para los sevillanos, como lo resume el alcalde al asegurar que "al sevillano se le abrieron los ojos al mundo" y considerar que "hay una Sevilla antes y después de la Expo".

Antonio Pascual, como sociólogo, no tiene dudas: "La ciudad pega un salto al siglo XXI" gracias a la Expo y cambian "modos, hábitos, comportamientos, formas de pensar y de ser".

Cassinello destaca, por su parte, que la Expo obligó a "liberar la imaginación", a "cuestionar lo convencional" y a apostar por la innovación y la originalidad, y subraya que el sevillano estuvo en el centro de todo ese proceso y participó activamente en los más de 31.000 espectáculos organizados.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN