Una multitud aclamó en Buenos Aires a los ganadores y competidores del Dakar Argentina-Chile 2009, el primero que se disputa en suelo latinoamericano y que concluyó con el mismo entusiasmo popular que rodeó a la partida del rally más duro del mundo a comienzos de mes en la capital argentina.
Los más de 280 competidores que completaron el recorrido de unos 9.200 kilómetros por territorio argentino y chileno desfilaron ovacionados por aficionados y curiosos en los alrededores del podio instalado en el predio ferial La Rural, en la zona norte de la ciudad.
El Dakar Argentina-Chile 2009 coronó al español Marc Coma, en motos, al sudafricano Giniel De Villiers, en coches, al ruso Firdaus Kabirov, en camiones, y al checo Josef Machacek en 'quads'.
El triunfo de Coma convirtió al piloto de KTM en el primer motociclista español que consigue ganar dos veces el Dakar, mientras que el del corredor surafricano supone la primera victoria para Volkswagen como equipo oficial en el rally, que hasta ahora dominaba la escudería Mitsubishi.
Miles de argentinos ovacionaron a su compatriota Marcos Patronelli, que en quince días de competición se convirtió en héroe e ídolo al lograr el segundo puesto del Dakar en la categoría quads.
El Dakar Argentina-Chile 2009 ha sido “histórico”, aseguró el director de la carrera, el francés, Ettienne Lavigne, quien indicó que se estudian varias opciones de cara a la sede de la próxima edición de este rally, el más duro del mundo.
“Muchos decían que el Dakar había muerto, pero revivió y se transformó en esta gran carrera. No es fácil de organizar”, apuntó en una rueda de prensa.
Argentinos y chilenos tienen grandes esperanzas de volver a ser anfitriones del Dakar el año próximo, pero Lavigne apuntó que a pesar del éxito obtenido en esta carrera los organizadores están abiertos a otras posibilidades, como el retorno al continente africano.
El director del Dakar dijo que la muerte del motociclista francés Pascal Terry, ocurrida el pasado 4 de enero tras sufrir un accidente y permanecer perdido durante dos días en una zona desértica a unos 500 kilómetros al sur de Buenos Aires, ha sido “un drama” que “conmovió a todos”.
Lavigne añadió que hay una investigación en curso para aclarar los hechos que envolvieron la muerte del piloto galo, de 49 años.
Coma, con buen sabor de boca El español Marc Coma señaló que “venimos de dos años difíciles, por fin me quedo con buen sabor de boca”, dijo feliz Coma, quien recordó que en 2007 abandonó a última hora cuando lideraba la prueba y el 2008 el rally fue suspendido por amenazas terroristas en Mauritania.
“El trabajo del equipo ha sido importantísimo, sin ellos no habría sido posible”, explicó Coma, quien afrontó los últimos kilómetros de la última etapa “muy emocionado y con ganas de llegar, se me hizo el enlace más largo de mi carrera”.
El piloto de Repsol KTM hizo un balance muy positivo de la competencia, en la que fue líder desde el primer día y supo ser regular y administrar su ventaja.
“Hemos hecho una muy buena carrera, la planteamos muy bien y por eso enseguida nos pusimos líderes. Hemos sabido llevar este peso encima y estoy muy contento”, apuntó el campeón.
El piloto recalcó que, pese a la aparente facilidad con la que reinó el rally, hubo “momentos buenos y también difíciles”, como el día que rompió el radiador de aceite y pudo finalizar la etapa gracias al litro de aceite que le facilitó un espectador.
Sobre el nuevo escenario del Dakar, que se trasladó por primera vez a Latinoamérica, Coma destacó el apoyo de la gente y aseguró que no fue un rally más duro que los anteriores, aunque el desconocimiento del terreno complicó la vida a todos los participantes.