El alcalde de Sevilla se da un año para poner en orden las cuentas municipales
700 millones de euros y puede aumentar. Esa es la deuda que acumulan el Ayuntamiento de Sevilla y sus empresas municipales, según el alcalde, Juan Ignacio Zoido, aunque todavía no ha terminado de cuantificarse. Aún así, el primer edil está convencido que en un año quedará totalmente saneada, por lo que descarta recurrir a ningún sistema de financiación extraordinario.
“No dejan de aparecer facturas impagadas”, afirmaba Zoido cuando explicaba que en el traspaso de poderes no se había explicado “toda la deuda existente”, empezando por el estado de las fundaciones, cifra que por ahora asciende a 700 millones de euros “como mínimo” a expensas de terminar la cuantificación, mientras ya existen 37 millones en facturas sin presupuestar.
La deuda es “muy alta”, en palabras de Zoido, pero está convencido de que “se saldrá adelante, aunque con muchas dificultades y apretando el cinturón, empezando por nosotros”. Por ejemplo, el alcalde ha asegurado que con el plan de saneamiento que ya se está llevando a cabo en las empresas públicas, como en Tussam y Mercasevilla, y la medida de austeridad del propio Ayuntamiento “en un año podrá estar ordenada la situación y se habrá contenido el gasto y saneado las arcas públicas”.
En su análisis de sus primeros cien días de gobierno, que se cumplieron ayer, Zoido avanzó que está “próxima” la finalización del borrador del presupuesto que espera tener ya cerrado en diciembre y recuerda que la nueva corporación encontró una liquidación del presupuesto de 2010 con un saldo negativo de 51 millones.
Ahorrando
Desde que llegara a la Alcaldía, Zoido ha presumido de ahorrador. Según el propio consistorio en personal de confianza se ha reducido el gasto en un 20 por ciento y en altos cargos un 26 por ciento