El interés marginal aplicado a este tipo de deuda ha pasado de ser negativo a positivo
El Tesoro Público español ha celebrado este martes la primera subasta de julio, en la que por primera vez desde septiembre de 2015 ha pagado por las letras a seis meses, ya que el interés marginal aplicado a este tipo de deuda ha pasado de ser negativo a positivo.
Según los datos de la puja consultada por Efe, el Tesoro ha colocado las letras a seis meses a un interés marginal del 0,134 %, frente al -0,055 % de junio.
Igualmente, España ha vendido hoy letras a doce meses, cuyo rendimiento también se ha incrementado, hasta el 0,702 %, desde el 0,504 % aplicado en la subasta del mes pasado.
El importe colocado en estas dos denominaciones de deuda ha sido de 5.333 millones de euros, con lo que se ha situado en la parte alta del objetivo previsto por el Tesoro.
Asimismo, la puja ha recibido una demanda por parte de los inversores de casi 11.000 millones de euros.
De esta manera, la ratio de la subasta -diferencia entre lo solicitado y lo finalmente colocado- ha sido alta, de 2,05 veces.
La subasta de hoy ha sido la primera que celebra el Tesoro esta semana, ya que el jueves ofrecerá a los inversores cuatro denominaciones distintas de obligaciones: unas a treinta años, otras a diez años, y otras que tienen una vida residual de cuatro años y un mes.
Por último, subastará otras obligaciones indexadas a la inflación con una vida residual de ocho años y cinco meses.
Nuevamente, el Tesoro ha tenido que pagar más por su deuda en un contexto de alza de la rentabilidad de la deuda soberana ante la subida de tipos de interés que llevará a cabo el Banco Central Europeo (BCE) este mismo mes para controlar la inflación.
A este alza le seguirá otro en septiembre, según ha adelantado el organismo, que además ha anunciado un instrumento antifragmentación para la zona euro, una medida que se suma a la reinversión flexible de los bonos adquiridos en pandemia que se inició el pasado viernes.
Todas estas medidas han ayudado a relajar el mercado de deuda, donde la rentabilidad de los bonos españoles a diez años ha caído al 2,3 %, desde más del 3 % que alcanzó a mediados de junio.