Esta chirigota de Algeciras baja un poco el nivel con respecto al año pasado.
Estos algecireños han pasado de ser pescaderas a torpones. Así se presentaron sobre las tablas, con buenas voces y afinación más que decente. En el primer pasodoble piden perdón por no estar a la altura y haber nacido chirigotero. Cada vez es más habitual este tipo de letra. El segundo a favor de la condena revisable. Cuplés simpaticones rematados con un buen estribillo. El popurrí hace reír al público del teatro. Aunque este no siempre sea un buen barómetro. Sin embargo, dejaron buen sabor de boca entre los espectadores.