Este miércoles se ha presentado en el Parlamento de Andalucía el Presupuesto de la Junta de Andalucía para el año 2021. Un Presupuesto presentado para luchar contra la actual pandemia y sus consecuencias sociales, económicas y sociales y que asciende a 40.188 millones de euros, es decir, un presupuesto expansivo y necesario con un 3,7% más del establecido para este año.
Fue llevado por los consejeros de Hacienda, Juan Bravo, y el de Economía, Rogelio Velasco, y según sus declaraciones se tratan de Presupuestos «rigurosos», «realistas» y «creíbles» para generar «confianza y estabilidad» y con el único fin de «combatir la pandemia» y animar a las familias a consumir y a las empresas a invertir.
En primer lugar, me resulta curioso este tipo de calificativos para definir algo tan serio como lo que son las cuentas públicas. No lo digo en tono negativo sino todo lo contrario. Esto que dicen los consejeros de la Junta de Andalucía es lo loable desde un punto de vista de la gestión del dinero público. Y lo digo precisamente porque en legislaturas anteriores, con gobiernos de PSOE sucedía lo contrario, la ejecución presupuestaria dejaba mucho que desear.
Así, en base a ello, los ciudadanos estamos hartos del maquillaje de marketing político que se hacía en Andalucía de las cuentas. Eran muy buenos presupuestos en el papel pero, en la práctica, en la ejecución real, no servían para casi nada.
Así nos ha ido en Andalucía.
Además, es positivo que haya en el proyecto de ley una partida no finalista de 450 millones de euros como reserva para hacer frente a imprevistos en la lucha contra la pandemia. Es bueno que exista esa previsión y ese colchón que pueda ser necesario para reforzar nuestras políticas sanitarias, la educativa o la social.
Las cuentas andaluzas deben servir para crear empleo. No solo deben ser una aportación de gasto público sin más. Debe existir una potenciación de la economía y de la actividad empresarial que conlleve a su vez la consecución de esos 174.000 nuevos puestos de trabajo previstos por el ejecutivo andaluz para el año que viene.
Ahora toca la hora de la verdad, la hora de saber si la oposición, es decir, si PSOE, Adelante Andalucía o lo que quede de ella y VOX están pensando en Andalucía o lo hacen en su propio beneficio electoral.
Les adelanto una cosa. Cualquier partido que trate de sacar beneficio electoral de esta grave situación que estamos padeciendo los ciudadanos lo pagará duramente en las urnas cuando toque votar.
Toca responsabilidad y agradezco la mano tendida del Gobierno de la Junta de Andalucía hacia el resto de formaciones políticas del arco parlamentario. Son cuentas no cerradas y abiertas a negociación.
Andalucía necesita sensatez y cordura de nuestros políticos y esta es una buena oportunidad para demostrarlo
