El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) volvió a ganar un título mundial de MotoGP, el tercero de su carrera deportiva para empatar con el también español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), en una temporada en la que su principal cualidad fue la regularidad.
Después de los errores que en 2015 le alejaron del título mundial, Marc Márquez comenzó la temporada 2016 con la lección bien aprendida y ahora también a sabiendas de que estuvo bien asesorado cuando desde su equipo le dijeron que lo más importante era puntuar en todas las carreras. Dicho y hecho, al menos hasta que se proclamó campeón del mundo de Japón.
La temporada 2012 no iba a resultar demasiado fácil para los pilotos de Repsol Honda, que enseguida se dieron cuenta de que iban a tener un "obstáculo" importante en el rendimiento de la moto, a la que durante buena parte de la temporada le faltó aceleración en las curvas y fiabilidad en el tren delantero.
Aún así, el piloto de Repsol Honda y por entonces doble campeón del mundo, supo "nadar y guardar la ropa" allá en donde su moto no le permitió luchar por la victoria, como fue el caso de la carrera inaugural de Catar, un coto casi exclusivo de las Yamaha y Ducati, en donde arrancó un positivo tercer puesto.
Como era de esperar, en Argentina y Austin la victoria fue suya, por delante de Valentino Rossi en la primera y de Jorge Lorenzo en la segunda, precisamente sus dos rivales más directos en la pelea por el título, pero que no tuvieron la misma regularidad que Márquez, al sumar cada uno de ellos cuatro ceros durante la temporada.
Ellos fueron, Rossi y lorenzo, los que le relegaron al tercer peldaño del podio en Jerez de la Frontera, la puerta del Viejo Continente, en donde el de Repsol Honda no comenzó con demasiado buen pie ya que en Francia, en el mítico Le Mans, Marc Márquez sufrió una caída pero recuperó su moto para con el máximo pundonor posible y recordando las palabras de su equipo, arrancar una decimotercera posición como mejor resultado posible.
A partir de ahí el piloto de Repsol Honda "salvó los muebles" de la mejor manera posible en trazados que no eran demasiado favorables a las características de la moto, en algunos casos "in extremis", como en Mugello (Italia), en donde Jorge Lorenzo le "birló" la victoria sobre la misma línea de meta.
Con todo, Marc Márquez encadenó tres segundos en Italia, Cataluña y Holanda que le confirmaron al frente de la clasificación, más aún con la victoria en Alemania, un trazado el de Sachsenring que al piloto de Repsol Honda se le da bastante bien.
Tras la victoria de Sachsenring a Marc Márquez le tocó "sufrir" más de lo previsto en el nuevo circuito austríaco Red Bull de Spielberg con una quinta plaza, que fue la tercera en Brno (República Checa) y la cuarta tanto en Silverstone (Inglaterra) como en Misano Adriático (San Marino).
La moral de Marc Márquez no estaba en esos momentos en su mejor cota y necesitaba el piloto de Repsol Honda el revulsivo de una victoria que le permitiese "crecer" en la tabla de puntos y ésta llegó en Motorland Aragón, en donde las cábalas, aunque improbables, le permitían pensar en ser matemáticamente campeón en el siguiente gran premio, a cuatro del final, en Japón, aunque para ello sus rivales directos tenían que fallar. Y fallaron.
Nadie, ni el propio Marc Márquez pensó en proclamarse campeón del mundo en Japón, pero el trazado de Motegi pasó factura a todos sus rivales. El primero en caer fue su propio compañero de equipo, Dani Pedrosa, al que una caída en los entrenamientos libres le mandó directamente a casa con tres fracturas, mientras que Rossi se cayó durante la carrera y aunque intentó continuar, no pudo.
Poco después lo que parecía imposible sucedió. Jorge Lorenzo se fue también por los suelos y esa doble carambola de sus rivales de Yamaha le entregó en bandeja el título mundial de MotoGP, el tercero de su escueta pero exitosa carrera deportiva y el quinto en su palmarés personal. El resto ya es historia.
El francés Johann Zarco (Kalex) se convirtió, también, en el único piloto de la categoría intermedia que consiguió defender con éxito su título mundial de 2015 y lo hizo con siete victorias y, a pesar de Alex Rins, quien tuvo una primera parte de la temporada muy fuerte pero tras confirmarse su paso a MotoGP de la mano de Suzuki todo cambió.
El surafricano Brad Binder (KTM) se convirtió en el último ejemplo de la incuestionable calidad del equipo del finlandés Aki Ajo, un forjador de campeones de cuya "fábrica" han salido Marc Márquez (2010), el alemán Sandro Cortese (2012), o el subcampeón mundial australiano Jack Miller (2014).
Mención especial se merece, en su especialidad de fuera de carretera, el también piloto de Repsol Toni Bou, que sumó dos títulos mundiales a su palmarés deportivo en las dos modalidades de trial que disputó, al aire libre y en pista cubierta, convirtiéndose en el piloto de motociclismo más laureado de todos los tiempos, con veinte cetros del orbe.