Miles de segovianos se han dado cita a los pies del Acueducto y en las calles más céntricas de la ciudad para disfrutar de la 81 edición de la Carrera del Pavo para bicicletas sin cadena que se celebra cada día de Navidad con cada año más participantes y aficionados que siguen la competición.
Aprovechando una mañana que ha amanecido sin niebla en la capital segoviana, cerca de un centenar de deportistas han tomado la salida, de uno en uno, desde la plaza de Día Sanz, donde se encuentra una de las zonas más altas del Acueducto hasta llegar a los pies del monumento romano, cogiendo velocidad para enfilar así la ascensión hasta la plaza del Seminario, donde se ubicaba la meta.
La particularidad reside en que todo ello lo han realizado los ciclistas sin dar pedales, apoyándose en la fuerza de sus brazos, y superando el estrecho pasillo que dejaba el público asistente para recorrer los alrededor de 550 metros de los que se compone la carrera, la mayoría de ellos cuesta arriba.
La prueba no ha estado exenta de riesgos, puesto que el empedrado donde se iniciaba la competición se encontraba resbaladizo a primera hora de la mañana.
Sin embargo, los participantes han hecho gala de su pericia a la hora de afrontar la zona más delicada del recorrido, una curva a izquierdas justo al concluir el descenso, que han solventado sin mayores consecuencias, afrontando la posterior subida jaleados por los aficionados.
La igualdad ha sido tan patente en esta 81 edición de la carrera, que hasta ocho corredores han conseguido llegar hasta la zona donde se ubicaba la meta sin poner un pie a tierra.
Para dilucidar el vencedor se han tenido que celebrar dos desempates, hasta llegar a la prueba final, al más puro estilo de una carrera, con los cuatro finalistas lanzándose a la vez, y peleando por llegar los primeros a la zona en la que se situaba la meta.
Quien primero ha cruzado la línea ha sido el segoviano Julio Martín, seguido por Rafael Sanz y Daniel Torres.
De esta manera, Martín alcanza su sexta victoria consecutiva en esta original competición, reafirmándose como el gran dominador de la misma.
Los ganadores de cada una de las categorías han recibido sus correspondientes premios, consistentes en un pavo para el primero, un pato para el segundo y un gallo para el tercero.
Un año más, quien no ha faltado a la cita con la prueba ha sido Pedro Delgado, que también ha cumplido con la tradición, clasificándose lejos de los ganadores finales, pero cerca de su mejor marca en la carrera.