Hablar de Daniel Carriço es sinónimo de entrega y perseverancia. Un jugador que caló desde el primer minuto tanto en la ideología del club, del equipo y, sobre todo, de la afición. Un guerrero sobre el terreno de juego. Un defensor que nunca da un balón por perdido.
El portugués ha demostrado con creces en tan sólo una temporada las razones por las que Monchi lo venía siguiendo desde su etapa en el Sporting de Lisboa. Un fijo en las alineaciones de Unai Emery y si bien la pasada temporada ejercía de líder en la parcela ancha, ahora tras la baja de Fazio el luso toma los galones para gobernar en la zaga.
El pasado mes de junio el Sevilla oficializaba su fichaje tras el año de cesión que estuvo en Nervión procedente del Reading inglés. Su traspaso fue tan sencillo como inverosímil. Sencillo porque fue el propio jugador el que facilitó todos los trámites para estampar su firma con los nervionenses hasta 2018. E inverosímil porque en muy pocas ocasiones un futbolista rebaja tantísimo sus pretensiones económicas para quedarse.
Su entrega futbolística y su deseo y facilidades expuestas para declararle amor eterno al Sevilla le va a posibilitar que el club le ofrezca una considerable mejora de su contrato, verdaderamente merecida. Si bien su actual contrato, firmado el pasado mes de junio, no expira hasta 2018, Monchi pretende brindarle a Carriço un aumento de su salario como agradecimiento por su entrega y dedicación.
Tal y como informa el portal web
Orgullo de Nervión, el director deprotivo ya viene tratando con el agente del portugués, Carlos Gonçalves, la nueva vinculación del central. Noticia que por cierto ha sorprendido gratamente al propio Carriço, puesto que él en ningún caso había solicitado una revisión de su contrato. Por supuesto, el luso atenderá gustosamente el planteamiento de Monchi y firmará todo lo que le pongan por delante, sea mayor o menor el aumento en la cuantía salarial que refleje su nuevo contrato. Sobre la posibilidad de incrementar su cláusula aún ni se ha planteado.