La Sección Tercera de la Audiencia de Córdoba ha condenado tras una conformidad a seis años de cárcel a un hombre por un delito de homicidio, con la agravante de parentesco y la atenuante de alteración psíquica, tras matar a su madre con 85 años y que padecía demencia senil, en la localidad cordobesa de Lucena en el año 2016.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, que han detallado que las partes han llegado a un acuerdo el viernes de la semana pasada y no se celebrará el juicio que estaba previsto para esta semana, después de que el varón haya reconocido los hechos y haya aceptado la pena de seis años de cárcel. La Fiscalía había pedido inicialmente una pena de 23 años de prisión.
Según recoge la calificación inicial del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, de unos 57 años de edad, residía desde el año 2013 junto a su madre, quien en 2010 fue diagnosticada de demencia y desde julio de 2016 su situación "empeoró", de manera que "tenía que ser atendida en todas sus necesidades y trasladad en sillas de ruedas", lo que le había provocado "unos fuertes dolores de espalda".
En concreto, un día de agosto de 2016 la mujer se encontraba sentada en una butaca en el salón de su casa, "ajena a la realidad que le rodeaba a consecuencia de la enfermedad que sufría", de modo que, según el fiscal, el acusado aprovechó ese momento y la mató.
Al respecto, el domicilio que compartían el procesado y la víctima estuvo cerrado, sin que ninguna puerta o ventana fuese forzada, ni ninguna otra persona entrase en el mismo, hasta que en la madrugada del día siguiente, más de 24 horas después de que ocurriesen los hechos, el acusado llamó a los servicios de emergencia para alertar de la situación de su madre.
En este caso, la mujer en el momento de su muerte estaba viuda y además del procesado tenía otros tres hijos, que han renunciado al ejercicio de todas las acciones civiles y penales, según el Ministerio Público.
Cabe destacar que el varón fue diagnosticado de depresión en el año 2001, tras la muerte de su mujer y previamente la de sus hijas en 1999 en un accidente de tráfico, pero desde el año 2008 "se había normalizado su situación y hasta unos meses antes de los hechos no se había apreciado ninguna recaída", de forma que "era totalmente consciente de lo cometido y de las consecuencias".
El procesado ingresó en prisión provisional por estos hechos el día 7 de noviembre de 2016 y sigue en esa situación a la fecha actual.