El Gobierno de Reino Unido espera que el Tratado Fiscal sobre Gibraltar firmado con España en el marco del
Brexit esté ratificado en un plazo de alrededor de dos meses, ha indicado este viernes el embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliott.
En el encuentro informativo organizado este viernes por Europa Press y BDO, el embajador ha explicado que el procedimiento parlamentario para dicho acuerdo fiscal "ya ha terminado", y que los trámites finales llevarán un par de meses. "Es un compromiso que hemos establecido y lo vamos a cumplir", ha subrayado Elliott durante su intervención en el encuentro.
En España, el proceso de ratificación se detuvo por la disolución de las Cortes para las elecciones generales de abril, pero la intención del Gobierno es que el Consejo de Ministros vuelva a enviarlo al Congreso el próximo martes para que inicie su trámite parlamentario. Este proceso puede demorarse varios meses.
"El Tratado Fiscal nos blinda de una eventual transformación de Gibraltar en paraíso fiscal una vez que no tenga que atenerse a las normas de la UE", ha explicado en el mismo acto el director general de Integración y Coordinación de Asuntos Generales de la UE del Ministerio de Exteriores, José Pascual Marco.
El documento crea una serie de normas para resolver los conflictos de residencia fiscal de las personas físicas, con el objetivo de resolver los problemas de falsas residencias en Gibraltar de personas físicas que residen realmente en España.
Además, establece un régimen reforzado de cooperación administrativa entre las autoridades competentes de las respectivas administraciones tributarias. Este régimen incluye el intercambio de información sobre determinadas categorías de rentas y activos de especial importancia para la lucha contra el fraude en la zona.
El acuerdo prevé la "adaptación dinámica" de este régimen especial de cooperación a los nuevos estándares de la Unión Europea y la OCDE en materia de transparencia, cooperación administrativa, prácticas fiscales perjudiciales y de lucha contra el blanqueo de capitales.
El primer acuerdo desde Utrecht
Cuando se firmó, en marzo de 2018, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, destacó que este acuerdo, destinado a evitar la "competencia fiscal desleal" entre Gibraltar y la UE, es el primer acuerdo sobre Gibraltar firmado entre Londres y Madrid desde el Tratado de Utrecht.
Este viernes, ambas partes han insistido en su voluntad de cooperar para asegurar la "prosperidad compartida" en la zona, "respetando, por supuesto, las diferencias muy claras sobre la soberanía", ha acotado el embajador.
Además del Tratado Fiscal, España y Reino Unido han firmado cuatro memorandos de entendimiento sobre Gibraltar, relativos a medio ambiente, derechos de los ciudadanos, tabaco y cooperación policial y aduanera. Los cuatro prevén la creación de comités de apoyo que se reunirán por primera vez en febrero en Algeciras.
Marco ha explicado que ese concepto de prosperidad compartida lo puso España sobre la mesa en la primera de las 15 rondas de negociación que han tenido España y Londres para preparar la salida de Gibraltar de la UE. Londres, ha dicho, la acogió muy bien, porque temía que España negociase "con espíritu belicista".
Una relación desequilibrada
Eso sí, ha subrayado que el objetivo de España es "que se equilibre" con una "prosperidad ampliada" una relación que está desequilibrada, porque Gibraltar es el segundo o tercer territorio del mundo en PIB per cápita que se ha construido a partir de la relación con la UE que Londres negoció para Gibraltar antes de su entrada en 1973.
"La población de Gibraltar es laboriosa e inteligente, pero no es normal que tengan el tercer PIB del mundo y al otro lado (de la Verja) haya zonas incluso con depresión económica", ha resumido.
Con todo, ha incidido en que la prioridad es la gente de la zona, y que eso supone "empezar con muy buen pie la negociación de la futura relación", porque Madrid y Londres se han puesto de acuerdo en que la salida de Gibraltar de la UE sea aún más "suave".
También ha recordado que España ha negociado, y sus socios europeos lo han aceptado, que los aspectos de la relación futura entre la UE y Londres que afecten a Gibraltar vayan por un camino separado y requieran el visto bueno de España.