Nacido en Guadiaro, en San Roque, en enero de 1983, y criado golfísticamente en La Cañada, Álvaro Quirós se muestra entusiasmado con la celebración del Open de España en el Real Club Valderrama, junto a su casa, con Sergio García como anfitrión. Ganador de seis títulos del Circuito Europeo, el último en la final de la Carrera a Dubai de 2011, entrena duro para volver a codearse con los mejores jugadores del mundo. Esta temporada ha sido cuarto en el Omega Dubai Desert Classic, en febrero.
Empezó a jugar al golf con 9 años y a los 24 ganó su primer título en el Circuito Europeo, el Alfred Dunhill Championship 2007, al que siguieron el Portugal Masters 2008, Commercialbank Qatar Masters 2009, Open de España 2010, Omega Dubai Desert Classic 2011 y Dubai World Championship 2011. Las lesiones frenaron una excelente trayectoria pero el campeón de Guadiaro sigue entrenando para recuperar su mejor forma.
Álvaro Quirós: “En este momento estoy trabajando mucho pero viendo pocos resultados. Cada noche me acuesto pensando ‘he hecho todo lo que he podido’, pero, lamentablemente, sólo da para luchar por pasar los cortes. Hay momentos en los que, por mucho que uno quiere, no puede”.
“Soy consciente”, añade, “de que todavía no estoy para ganar un torneo aunque intento pelear cada golpe. A pesar de todo, las ganas de luchar siguen intactas y con esa actitud jugaré el Open de España en Valderrama, que me hace muchísima ilusión.
“Como español y golfista, que se juegue el Open de España en Valderrama significa mucho, es lo máximo, no se puede aspirar a más, un campo tan laureado, que ha hospedado los mejores torneos: Volvo Masters, la Ryder Cup, los World Golf Championships…”, explica el guadiareño.
Para él, “todavía es más especial porque está junto a mi casa, me hace mucha ilusión. Recuerdo cuando siendo niño nos invitaban a jugar los pares 3 y había premios para todos, nos regalaban una caja de bombones. Lo especial era entrar en Valderrama, era increíble, un jardín cuidadísimo, todo perfecto”.
“Es una pena que este año no juegue El Pisha. Ojalá yo pudiera atraer a tanta gente como él, que siempre atrae a muchísimo público, pero intentaremos que vengan a animarnos de todas maneras”, añade.
Análisis
Sobre el campo, explica que “Valderrama no es largo pero te exige poner la bola en el sitio correcto en cada golpe; no vale dejarla a 15 metros más o menos, no, la tienes que dejar donde te pide el campo. Va un poco en contra de mi juego pero me gusta entrenar allí porque me pone al filo de lo imposible, colmando mi paciencia en cada golpe, me lleva al límite mental y eso me obliga a esforzarme, es el mejor entrenamiento.
“Los greenes son pequeños, la mayoría reciben cuesta arriba y para mí eso es complicado. En abril no debería soplar viento, aunque en esta zona nunca se sabe. Después de la poda de los alcornoques ahora es más jugable y la zona del chipping-green nueva es muy buena, a los jugadores les va a encantar. Siempre que puedo entreno en Valderrama y estoy muy agradecido por poder hacerlo en ese campazo”.
El guadiareño recuerda su victoria de 2010 en el Open de España disputado en Sevilla, un torneo que siempre ha considerado como un major a nivel personal: “Ganar el Open de España en Sevilla fue increíble. El primer recuerdo que me viene a la cabeza es la imagen de mi madre acercándose a mí en el green del 18. Golfísticamente hablando, recuerdo el cerrojazo que metí en el 17 y el segundo tiro del hoyo 72: la bola botó hacia adelante y metí un putt delicado de seis metros para salir a play-off. En el hoyo del desempate fui al mismo sitio, pegué un metro más con el segundo tiro, yo hice par y James Morrison se fue al agua. Ganar fue una sensación increíble, un sueño hecho realidad”.