En estos días se está abriendo un debate en nuestro país con una gran importancia de cara a este mes de diciembre en cuanto a las posibles limitaciones que se puedan establecer de cara a las Navidades.
Creo que lo importante no es con cuántos familiares podamos pasar estas fiestas sino que garanticemos, desde un punto de vista de la responsabilidad, que se pueda tener las fiestas en paz de cara al año que viene, es decir, que estemos los mismos que podíamos haber estado este año. Es un compromiso personal que debemos mantener con el fin de protegernos y salvaguardar que nuestros mayores, las personas que tengamos en nuestra familia con un mayor riesgo, no tenga ningún tipo de percance sanitario derivado del coronavirus.
Es comprensible que ante cualquier margen que se ofrezca de mayor movilidad o libertad sea tenido en cuenta por los ciudadanos como una oportunidad para volver a la realidad. Lo hemos visto el pasado fin de semana con las calles comerciales de muchas ciudades repletas de gente y sin tener en cuenta esa distancia social adecuada para no ser contagiados de coronavirus.
También se ha procedido al encendido de los alumbrados de Navidad en muchas ciudades. Por cierto, grave error el del Ayuntamiento de Málaga a la hora de hacer este encendido permitiendo que hubiera una multitud de personas en su calle Larios. Está claro que es un atractivo para la ciudad desde el punto de vista de incentivar las compras navideñas en las calles pero, sin lugar a dudas, no se puede fomentar eso habida cuenta de la grave crisis sanitaria que estamos viviendo.
Lo dije en su momento con las manifestaciones del ocho de marzo de este año. Fue una irresponsabilidad de quien nos gobernaba dejando que se estuviera en las calles con el riesgo que ello tenía. Ahora, con la afluencia de público en las calles de las ciudades mantengo mi postura. Es una auténtica falta de responsabilidad de quien va a ver las luces navideñas pero también de quien lo fomenta. Sobre todo de esas Administraciones Públicas que deben velar porque lo conseguido hasta ahora no se vaya al traste.
Sé que es complicado, que nuestro comercio, nuestra hostelería necesita apoyo pero por encima de determinadas circunstancias, incluidas las económicas, debe estar la salud pública. Este es un compromiso ineludible que debemos tener todos.
Cuando les escribo este artículo de opinión no se aún cuál será la decisión del Gobierno con las Comunidades Autónomas en cuanto a las celebraciones navideñas. No sé si serán seis o diez los asistentes que pueda haber, si se contarán a los niños o no, eso me da igual. Lo que no me da igual es que por no tener la debida diligencia tiremos por la borda todo lo que hemos sufrido desde el mes de marzo a modo de confinamientos y cierres perimetrales.
Seamos responsables una vez más.
