El Día de las Aves enaltece el valor de la avifauna arcense

Publicado: 16/05/2012
La conmemoración de la efeméride llama la atención sobre la preservación de las aves
La quietud de una mañana en la cola del embalse de Arcos fue el mejor aliado para celebrar el Día Internacional de las Aves Migratorias. Una decena de aficionados, provistos del equipamiento necesario, se dio cita en el paraje protegido para avistar algunas de las especies más representativas de la zona, que encuentran en el entorno del embalse de Arcos y Bornos un punto clave en el fenómeno migratorio.


Según el decreto emitido por la Consejería de Medio Ambiente en febrero pasado, el paraje se amplía en unas 220 hectáreas, afectando a los términos de Arcos y Bornos. La justificación es precisamente el valor de este enclave para las aves migratorias, además de tratarse de un recurso esencial para el turismo de naturaleza y deportivo, pues el lugar invita no sólo a la observación de especies, sino al senderismo y otras actividades.


Un grupo de amigos adscritos a la SEO/Bird Life, la ONG internacional más importante del mundo de conservación de aves, se reunió en el observatorio de aves de El Santiscal para, a modo de introducción, dar a conocer a los curiosos que se acercaron a vivir en primera persona la actividad, las especies de aves más representativas que anidan en la zona. La actividad fue dirigida por Claudio Vázquez, técnico de campo de la Consejería y trabajador de la Agencia Andaluza del Agua, además de colaborador de este periódico en la sección que, precisamente, difunde las especies avícolas de la cola del embalse.


Gracias a sus explicaciones, niños y mayores pudieron presenciar el sosegado espectáculo que ofrece, por ejemplo, el abejero europeo en pleno vuelo; una rapaz que también escoge el entorno del lago arcense para descansar de su largo viaje desde tierras africanas. El abejero, que como su nombre indica se alimenta de abejas, vuela estos días con dirección a Galicia, Asturias y otras zonas de la cornisa cantábrica.


No obstante, cabría recordar que hay otros lugares próximos a Arcos donde el avistamiento de aves cobra especial relevancia, caso del complejo endorreico de Espera, las lagunas de Lebrija y Las Cabezas, o el propio parque natural de Doñana, que son lugares preferentes para varias especies que encuentran aquí un lugar para el descanso.


Los organizadores del encuentro acudieron al mismo provistos de telescopios, prismáticos e incluso de una mesa de campo donde exhibieron varios libros y material divulgativo sobre la avifauna.  Así, fue una oportunidad extraordinaria para redescubrir hechos como que Arcos registra una de las colonias más importantes de garzas imperiales de todo el sur de Andalucía, o curiosidades como el censo de al menos tres parejas de aguiluchos laguneros que habitan la zona durante todo el año, o especies comunes en el lugar como el calamón, la cigüeñuela o especies que anidan en las zonas más fangosas y que de alguna manera filtran el agua para aprovechar el alimento que se sitúa en la capa más superficial.


Cultura natural que dice mucho de la importancia del término municipal en su riqueza avícola, pero que no se desarrolla siempre en el ambiente que requieren las propias aves para su reproducción y convivencia. Por ello, el Día Internacional de las Aves Migratorias quiso también tener un carácter reivindicativo, sobre la necesidad de preservar un paraje que ya de por sí se ha visto gravemente alterado por las construcciones cercanas, por la carretera que conduce al observatorio y otros factores como el paso, a veces ruidoso e impactante, de vecinos y curiosos. En este sentido, fuimos testigo de cómo estos amantes de las aves tuvieron que llamar la atención de un piragüista que penetró por entre las eneas perturbando la tranquilidad de las aves y amenazando, tal vez sin intención, los nidos de diferentes especies.

Agresiones contra el medio
En la parte negativa, no quedaría en vano recordar las constantes agresiones contra las casetas de madera del observatorio de aves, pintadas en reiteradas ocasiones, los restos de un fuego, de vidrio y alguna basura que algún desaprensivo ha depositado en medio del campo pese a tener un contenedor a tan sólo unos metros, como también comprobamos algunas agresiones contra los árboles y plantas sembrados por las mujeres de Arcos para recordar a las víctimas de violencia de género, en el llamado Bosque de las Mujeres.


Entre las anécdotas de la jornada cabría mencionar también el paso de una piara de ovejas cuyo pastor se mostró muy respetuoso con la reunión ecologista y la existencia de las aves en el lugar, produciéndose una inesperada y didáctica convivencia, en una armoniosa simbiosis de elementos que confluyen en el campo, entre la actividad ganadera y la contemplativa.

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