La empresa Impulsa comprará dos cascos bodegueros para convertirlos en un edificio de oficinas, locales comerciales, ocio y restauración en una operación que ha levantado las dudas de la oposición porque es de nuevo la empresa la que surge como promotora urbanística y de nuevo adquiere terrenos a un mismo empresario, lo que es cuanto menos curioso. Impulsa se ha convertido para el equipo de Gobierno en la gran salvadora de su gestión, ya que a falta de recursos propios del Ayuntamiento siempre echa manos de la empresa que vuelve a tener un protagonismo inusitado. Ya no sólo gestiona los polígonos industriales, también sufraga jornadas de abogados, paga el PGOU, promueve aparcamientos, puentes y ahora edificios comerciales. El PP puede mantener esta vía de salvación siempre y cuando no se llegue a descapitalizar a la empresa, como advierte IP. Si en 2007 la empresa tenía 35 millones de remanente habrá que ver a cuánto asciende en 2011.