La humanidad sobrevive al apocalipsis zombi e incluso le saca sus ventajas en un particular safari donde los turistas pueden cazar no-muertos. Cuando Melanie, cuyos padres fueron infectados, está de visita en el lugar, una fuga de seguridad provoca que estos se escapen.
Rodada en la isla de Mallorca y dirigida por Steve Barker, la película pretende ser una metáfora sobre "el trato a los desposeídos y a los refugiados", y cuenta con los jóvenes actores Dougray Scott, Jessica De Gouw, Martin McCann, Claire Goose y Elen Rhys (de "Guerra Mundial Z").