Un año más, y vértigo ante la rapidez con que caen uno tras otro cual mazos marcando ritmo en galeras y ante ello uno se siente sudoroso remero, afronto la ya tradicional carta a vuestras simpáticas majestades, tres, que partiendo de Oriente arrimarán sus gráciles monturas por estas tierras convulsionadas en no mucho. Cargaditos, tal vez de juguetes, tal vez de buen carbón, olé, olé y Holanda y olé, les escribo para que niños y niñas hallen hueco en sus sacas. Y solicitado por la presente quedará a pesar, no es menos cierto y de reconocerlo he, que en según qué casos cueste destacar merecimientos por buen comportamiento que justifique premio alguno, pero ya saben sus majestades que el gremio que se cita en este mi jardín bastante castigo soporta con el desprecio social de ser catalogado como políticos, esa gente Ruiz, perdón, ruin, de negra alma y corazón torcido capaz de cualquier cosa con tal de convencerte. Incluso de decir la verdad. Te despistas un segundo y te sueltan un discurso, te dan una papeleta, te cuelgan una chapa o te llaman querido amigo, así sin más; muy pesados y un pesado es, recuérdenlo sus majestades, aquél a quien preguntas cómo está y va y te lo cuenta... Ese es un político hoy, preguntes o no, te lo cuenta igual, un horror, ante lo cual ruego a sus orondas realezas consideren tan arduo peregrinar y atiendan estas humildes peticiones:
Para la presidenta Díaz,
Susana, pido una agenda Moleskine de tapa negra con gomilla donde anotar las cosas pendientes para 2016, que son muchas. Agravios acumulados, gente a la que invitar a que se aparten de su camino, calendario sucesorio, cosillas del día a día de un ama de casa y madre; además, un uniforme del Sevilla para su bebé así no le faltará disputa ni en su piso de Triana, para Sánchez,
Mamen, las tres temporadas completas de
Orange is the new black para que aprecie lo sufrida que es la vida carcelaria dada la tendencia que a ella tiene la silla que ahora ostenta; además, unos botines bien bonitos y al tobillo de charol rojo para ojos indiscretos que miran pies, mientras que para De la Encina,
David, tinte para el pelo tono humano, dos botes; para Rajoy,
Mariano, un tutorial de
Youtube sobre los tres golpes básicos de
Kick Boxing y, en serio, que practique contra el rostro de Aznar,
José María, al que pido un billete de ida para las Azores. Quisiera, no me puedo olvidar, para López Gil,
Fernando, gomillas de colores para hacer coletas en su hermoso cabello isleño, mientras que para Cavada,
Patricia, un CD de marchas procesionales y el calendario oficial de itinerarios patrocinado por las autoescuelas de San Fernando, y para Loaiza,
Pepe, un disfraz de Papá Noel ya que le ha regalado a MJ de Alba el puesto en el Senado que él no quiso porque, tal vez, pensó que no saldría, y la edición coleccionistas de
Cien años de soledad… Y para su amigo Arenas,
Javier, la presidencia del Senado ya que lo de ser ministro queda para otra vida.
A González,
kichi, José Manuel, un reloj suizo automático con cristal de zafiro, de los caros, no de imitación del Mercadona que regalan con tres tapas de yogurt, de esos otros que pierden un segundo cada cien años y a ver si con él llega puntual y no una hora tarde a donde le esperan gentes a las que ha citado y que, como él, también tienen familias con las que conciliar, sean martes o jueves por la tarde…; a Pelayo,
María José, el papel de la princesa Leia en un sueño para que le pida a Obi-Wan que la ayude y para Iglesias,
Pablo, el momento estelar en el que el cerdo dominante de Rebelión en la Granja, de Orwell, diserta y resume los diez mandamientos iniciales en solo uno: “Todos los animales son iguales,
pero algunos son más iguales que otros…”. Para Osborne,
Bertín, un piso en Las Torres, un Séptimo H, no sea se quede sin techo y para las chicas de Oro, las
Cuatro, no por la edad sino por lo preciado del metal, un
Repettin para cada una de diferente tono, color y tamaño según necesidades con dos pilas de repuesto no sea aborte acción cuando no debe… -emoticono de guiño (já)-. A Mora,
Víctor, abrazos, aunque le gusten menos que un Danone caducado, y para García,
Irene, un juego de moldes para hacer tartas y que no se olvide de nadie cuando invite a comerlas, de darse caso; a
Inma, Moni,
Mila… cien atardeceres plácidos de esos que la luz del sol que acuna Doñana se filtra, cálida, por entre bebidas frías, con abundante hielo y, frente a eso, un beso; a Ruiz,
Javier, una tele, Samsung, de 46 pulgadas, con wi-fi, cámara y pantalla súper nítida de las que el presentador amenaza con comerse tu plato de croquetas. No me olvido de mis queridas Moreno y Casado,
Toñi y
María, para quienes además de lo mejor, lo saben, quiero que
Tormento vista El Rocío y la Feria y todo lo que se menee sobre un tablado y, por Dios, que la rubia desayune, meriende y cene y modere todo debate que pretenda ser serio –doble emoticono de guiños…-.
Para Sánchez,
Pedro, un scalextric, pero que su coche no tenga imán para que así aprenda a conducir fino, que falta le hace porque derrapa en cada curva y no paran de darle por detrás, sin olvidarme de Jiménez Barrios,
Chiqui, a quien no osaría dejar fuera y para él pido, por tanto, un espejo donde verse a cuerpo entero ensayando discursos, gesticulando, para cuando los foros, y a Martínez,
Teo, un broche con forma de puente, que sea de plata, para que ate esos fulares de colores que tanto usa y, puestos a atar, que Sanz,
Antonio, renueve ahí donde está más un dron para que juegue en su jardín imaginándose encima en vuelo raso persiguiendo el mal por toda Andalucía. A Maíllo,
Antonio, una olla de puchero de campo con gallina salvaje de Aracena para que se recupere de la anemia y a Marín,
Juan, unos ruedines para que aterrice no sea que volando tal alto se pierda entre nubes naranjas… Para Ruiz,
Antonio J, andaluces de Jaén, de Coria o de El Puerto cantando un himno nuevo porque si 749.081 papeletas han votado a Podemos o 611.772 a Ciudadanos, es que todo es posible, y para Sánchez,
Pilar, dos azulejos sevillanos con sendas lecciones de vida y es que existen indicios de que la arruga es bella, cariño, cuando la mirada es limpia, tanto como que resulta más fácil hacer leña del árbol caído. Para Saldaña,
Antonio, la edición electrónica de
El Príncipe de Maquiavelo para que la consulte en su iPad ahora que, parece, se centrará un poco más en Jerez..., ¿le encanta? Y para
Otros, hermanos míos, esos que no cito pero que también están, chocolates variados porque el cacao contiene Anandamida y este compuesto químico orgánico y neurotransmisor, con efectos similares a algunos canabinoides, es afrodisíaco al estimular el amor y el placer. Que a nadie le falte el placer.
¿Para mí? Poca cosa, apenas nada, destreza para cultivar ágil cada semana, que no falte interés en la búsqueda de un libro o un vino definitivos, de gente amable, educada, de la mirada amiga, de ese balanceo mágico en cintura cómplice cuando se impone arrebato. Cosas sencillas, como aquél poema de León Felipe. Y para los muchos pares de ojos que por el jardín asoman intrigados cada semana, y lo digo sin falsa humildad sino pretencioso al completo, salud y alegría, dos cosas buenas con nombre de mujer y por ellas para todos, sincero, cruzo vidrios con espumoso frío. Chin, chin.
Pd. Queridos Reyes, una última cosa. La espada de Darth Vader, esa que pulsando un botón eleva un mortífero rayo de luz azul, me sería realmente útil para alinear setos, desbrozar matojos y atacar o defender posiciones desde este lado de la Fuerza, que debe ser el oscuro porque está lleno de gente y todo se ve bastante turbio…
Bomarzo
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