Los árboles del entorno a la catedral malagueña ya han empezado a caer, uno a uno. La empresa Conacón, del Grupo Sando, se encarga de extraerlos, en unos casos, y de talarlos, en otros. Es la adjudicataria de las obras de peatonalización de este entorno. Unos trabajos que afectan a seis calles y que tienen un objetivo claro: hacer más visible el monumento.
Los vecinos consultados por Ondaluz no están conformes con estos resultados. Pero rechazan manifestarse públicamente, al menos, ante la cámara.
Si ha habido quien ha querido manifestarse y lo ha hecho en contra de la desaparición de los árboles en esta zona.
Las obras de peatonalización del entorno a la catedral malagueña son un proyecto impulsado por la Junta de Andalucía y por el Ayuntamiento. La actuación cuesta más de siete millones y medio de euros y tiene un plazo de ejecución de siete meses.
Vecinos y comerciantes se quejan de las incomodidades que generan los trabajos, que mantienen el tráfico cortado y desviado en la zona. Y algunos, además, han mostrado su preocupación por la pérdida de los árboles, que más allá de su valor bótanico, recalca por su valor histórico y por los beneficios que ofrecen, traducidos en sombra y en oxígeno, en una ciudad que cada vez concentra más cemento.