La actriz australiana Nicole Kidman, que presentó su segunda película en el presente Festival de Cannes, considera que, como ahora en su carrera puede interpretar papeles tan variados, es como si regresara a la escuela.
"Lo que me parece es que estoy como si volviera a la escuela de arte dramático", explicó Kidman a un reducido grupo de medios de prensa, entre ellos Efe, al hablar de "Hemingway y Gellhorn", una cinta dirigida por Philip Kaufman.
En ella interpreta a la corresponsal de guerra Martha Gellhorn, casada con el escritor estadounidense Ernest Hemingway (papel que encarna el británico Clive Owen), un personaje alejado del que hace en "The Paperboy", filme dirigido por Lee Daniels que compite en Cannes por la Palma de Oro y que presentó el jueves.
"En la escuela una interpreta a lady Macbeth una noche, luego a Nina en 'La gaviota' y a continuación alguna comedia. Se pueden interpretar cosas muy variadas. Esto normalmente no pasa cuando sale una al mundo", explicó sobre las diferencias entre los personajes que interpreta en sendas cintas que exhibe ahora en Cannes.
"Y supongo que estoy todavía en un lugar como intentando dejarme llevar, como si fuera una actriz joven y queriendo probar de todo", continuó.
"Eso es lo que me gusta, me encanta probar, meterme dentro de gente muy diferente e intentar ser tan intensa con todo como pueda, porque no quiero que mis propias inseguridades o mis cosas detengan mi forma de expresarme desde el punto de vista artístico", agregó.
Y acerca de Gellhorn, explicó que considera que hay "una gran responsabilidad cuando interpretas a una persona real".
"Hay miembros de la familia, cuando interpretas a alguien siempre hay gente alrededor con puntos de vista acerca de lo que es en realidad, y de alguna manera tienes que dejarlo ir y dejar que regrese a ti con la mejor de las intenciones para llegar a la esencia de la persona", consideró.
"Oír de primera mano las informaciones es tan necesario", estimó Kidman acerca de la labor de los corresponsales de guerra, como lo fue Gellhorn, cuyo trabajo quedó eclipsado por su matrimonio con Hemingway.
"Y Martha fue la primera que lo hizo. Se metió en un mundo de hombres, agarró la mochila y se marchó a España y dio lo mejor de sí misma", comentó en alusión al trabajo de enviada especial a la contienda civil española (1936-1939).
"Encontró su propia voz a través del compromiso, pero fue una tremenda escritora. Y creo que desgraciadamente la historia la puso como la tercera esposa de Hemingway, y creo que eso la frustró", agregó.
Sobre su trabajo como actriz, Kidman tiene claro que no es dura para ella la elección entre el trabajo y la familia: "Una vez que tomas la decisión de que tu familia va por delante, todo lo demás encuentra su lugar".
"Hay algunas películas que una es que no puede hacer (...) te ofrecen una en Nueva York, por ejemplo, y pues no puedes justo en ese momento. Pasar seis meses en Nueva York cuando tienes un criatura de un año... ¡pues es que tengo que meterla en la cama por la noche!", dijo.
"Con las películas, ahora lo que pasa es que los planes de rodaje no son lo que solían ser. Así que puedes salir a trabajar, de manera intensa, y volver a casa", contó.
"Si uno no vive en Hollywood o en Los Ángeles, en todo el centro, pues puedes tener una vida bastante normal", aseguró.
"Yo vivo en Tennessee, y ahí no hay nadie de la industria del cine y puedo llevar una vida muy tranquila y rutinaria, lo que me va bien".
"Ahora me puedo permitir probablemente tomar decisiones extrañas y valientes, al menos eso espero, porque la verdad es que no tengo la sensación de que algo tenga que ser comercial, que haga dinero ni nada de eso", confesó.
"Simplemente voy, no necesito trabajar, estoy en la situación de no tener que trabajar, así que puedo hacer lo que hago cuando quiero, y elegir".
"Ese es un momento fantástico para una mujer que está en los cuarenta", concluyó