Ayer quedó abierta al tráfico de manera oficial la calle Palacios, tras la finalización de las obras correspondientes a la sexta fase de Urbanismo Comercial, que afecta a esta vía, Micaela Aramburu y Jesús de los Milagros.
El alcalde, Enrique Moresco, que estuviera acompañado por los concejales de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, y Comercio, Raúl Capdevila, así como técnicos que han supervisado las obras, indica que “por fin asistimos a la finalización de los trabajos de un tramo que era totalmente indigno” y que por fin hace justicia a uno de los objetivos del equipo de Gobierno, dar espacio al peatón, indicando que no se pierden excesivas plazas de aparcamiento.
“Se ha obtenido un resultado estupendo, a pesar de que la espera ha sido larga”, indica el alcalde, pues recuerda que las lluvias del año anterior obligaron a paralizar las obras unos meses, así como la Delegación Provincial de Cultura hizo también lo mismo por el hallazgo de unas tajeas que había que clasificar y que finalmente se exponen en el mismo espacio donde se encontraron, en la calle Jesús de los Milagros, aunque admite que si sufren actos vandálicos, se llevarán al museo municipal.
Así, enumera las distintas mejoras que ha sufrido Palacios, como la remodelación del saneamiento y el abastecimiento, una obra realizada por Apemsa, así como el soterramiento del cableado, alumbrado nuevo y en mayor cantidad y un cambio en el tráfico. Aunque en un principio dicha calle iba a ser de un solo sentido, admite Moresco que, en una reunión que se dio a mediados de la obra, entre técnicos y dirigentes políticos, se vio la necesidad de que esta calle diera la posibilidad del giro a la derecha, pues desde Pozos Dulces hasta el Ayuntamiento no existía dicha posibilidad. Y en cambio ya en Jesús de los Milagros el tráfico quedará restringido a los usuarios de los aparcamientos privados. El último tramo de Pacladios, debido a esta posibilidad del tráfico en los dos sentidos, tiene un material que, estéticamente es igual al del resto de la calle, con adoquinado en la zona central y acerado a ambos lados, pero que se ha reforzado en el interior, de manera que no haya problemas a la hora de sostener el tráfico.
Por otro lado, el alcalde quiere significara “los problemas con los grandes suministradores de servicios. Telefonica tiene mayor predisposición a colaborar con el Ayuntamiento, no se niega del todo a soterrar los cables, pero Endesa se niega, sobre todo en el centro y tenemos algunos ejemplos bochornosos como San Agustín o el último tramo de Palacios. No hay posibilidad además, por parte de los ayuntamientos, de poder requerir que actúen”, indica, a pesar de que entiende que toda obra nueva debe contemplar dicho soterramiento para que la estética mejore. Por ello explica que si finalmente Endesa no colabora “tendremos que soterrar de manera subsidiaria”.
En cuanto al Hospital San Juan de Dios, explica el primer edil que se tomó en una situación “de ruina”, herencia de los anteriores equipos de Gobierno, pero su puesta en valor “requeriría millones de inversión, que no se puede llevar a cabo ahora. Seguimos queriendo que sea un edificio con fin turístico, hotelero, y hacerle un lavado de cara sería tirar el dinero, por ello cuando entre en vigor el Pepch, que confiamos que lo haga este año, esperamos que los operadores se hagan cargo del mismo, sea la iniciativa privada” la que construya un espacio hotelero. “El parcheo ahora no es una actuación sensata, por eso no paramos de hacer gestiones”, y aunque la crisis mermó el número de operadores interesados en el mismo, confirma que ahora ha vuelto a mejorar el número de los mismos, con lo que hay buenos augurios para el futuro del Hospital San Juan de Dios.