Para una detección temprana y para contar con recursos para ayudar a las personas afectadas
El Partido Popular de Cádiz, a través de su parlamentaria autonómica Carmen Pedemonte, ha presentado una Proposición No de Ley en el Parlamento andaluz en la que insta a la Junta de Andalucía a elaborar un protocolo de actuación para ayudar a las personas afectadas por la dislexia.
La dirigente popular explicó que esta iniciativa es el resultado de las reuniones y contactos con la asociación de disléxicos de Cádiz, pero señala que se trata de una reclamación que se extiende a nivel regional y que persigue que el Gobierno andaluz asuma su responsabilidad en el tratamiento de este trastorno.
Pedemonte señala que las asociaciones de dislexia que existen en Cádiz y en Andalucía y que cuentan con la participación de personas disléxicas, sus familias y profesionales, llevan realizando durante años un gran trabajo y esfuerzo para que este trastorno sea investigado, conocido y tratado adecuadamente.
A su juicio, mejorar la atención de los alumnos con necesidades especiales hace necesaria hacer una detección temprana de las dificultades y contar con los recursos suficientes y adecuados para ayudar a los estudiantes. Agrega que la implicación de la familia, la escuela y el profesorado es clave para solucionar los problemas de estos niños.
Por ello, insta al consejo de Gobierno de la Junta a realizar un estudio a nivel andaluz, con expertos en psicología, pedagogía, psicolingüística, audición y el lenguaje con el objetivo de identificar a los alumnos disléxicos escolarizados en centros educativos, analizar su situación y estudiar propuestas de intervención en el ámbito escolar y socio-comunitario.
Asimismo, reclama la realización de convenios con las instituciones correspondientes para ofrecer programas de formación permanentes del profesorado de Primaria y Secundaria con el fin de adoptar estrategias metodológicas adecuadas a este tipo de alumnos e implementar materiales de trabajo que faciliten su aprendizaje.
Pedemonte insiste en que un diagnóstico precoz de este trastorno permitiría una atención adecuada para los estudiantes afectados, favoreciendo su formación y reduciendo el fracaso escolar.